Rusia lanzó más drones de ataque sobre Ucrania durante la noche del sábado que en cualquier otro ataque específico de la guerra, dijo el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy el domingo, un día antes del tercer aniversario de la invasión a gran escala de Moscú.

Escribiendo en las redes sociales, Zelenskyy indicó que se habían enviado 267 drones de ataque en lo que él calificó como “el ataque más grande desde que los drones iraníes comenzaron a azotar ciudades y pueblos ucranianos”.

La fuerza aérea de Ucrania informó que se habían derribado 138 drones en 13 regiones ucranianas, con 119 más perdidos en ruta hacia sus objetivos.

También se dispararon tres misiles balísticos, según la fuerza aérea. Una persona murió en un ataque con misiles en la ciudad de Krivói Rog, según el jefe de la administración militar de Krivói Rog.

El ataque se produjo en un momento en que los mandatarios ucranianos y de toda Europa buscan navegar por los rápidos cambios en la política exterior de Estados Unidos bajo el presidente Donald Trump, quien en cuestión de días ha puesto patas arriba años de firme apoyo a Ucrania, lo que ha generado temores de que se una a Moscú para forzar un acuerdo sobre la guerra sin involucrar a Ucrania y sus respaldos europeos.

El compromiso de Trump con las autoridades rusas y su acuerdo para reabrir lazos diplomáticos y cooperación económica con Moscú marcaron un giro dramático en la política de Estados Unidos, que anteriormente había buscado aislar a Rusia y a su presidente Vladímir Putin por la guerra.

Zelenskyy ha expresado temores de que Trump, al impulsar una resolución rápida, genere la pérdida de territorio para Ucrania y en una vulnerabilidad ante futuras agresiones rusas, aunque funcionarios estadounidenses han afirmado que el presidente ucraniano estará involucrado cuando realmente comiencen las negociaciones de paz, en caso de llegar a ese punto.

Sin embargo, Trump provocó alarma y enojo en Ucrania cuando esta semana sugirió que Kiev había inicado la guerra, y que Zelenskyy actuaba como un “dictador” ya que el país no ha celebrado elecciones de acuerdo con la ley ucraniana que las prohíbe durante la ley marcial.

El vicecanciller ruso dijo el sábado que se estaban detallando los preparativos para una reunión entre Trump y Putin, una señal más de que el aislamiento del presidente ruso, al menos para el gobierno de Trump, comienza a desvanecerse.

Reaccionando a los últimos ataques rusos, sin embargo, Andrii Sybiha, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, afirmó que los ataques nocturnos contra objetivos civiles y militares “demuestran que evitar llamar a Rusia un agresor no cambia el hecho de que lo es”.

“Nadie debería confiar en las palabras de Putin. Mejor miren sus acciones”, señaló Sybiha en un comunicado en las redes sociales.

Zelenskyy y otros funcionarios participarán en un foro en Kiev el domingo donde discutirán el estado del país un día antes de que la guerra alcance su tercer aniversario. Zelenskyy concluirá el foro con una conferencia de prensa.

El foro se lleva a cabo en un momento delicado para Kiev, ya que el gobierno de Trump presiona a las autoridades de Ucrania para que acepten un acuerdo que permitirá a Estados Unidos acceder a los minerales de tierras raras de Ucrania, una propuesta que Zelenskyy anteriormente rechazó porque carece de garantías de seguridad específicas.

“Debemos hacer todo lo posible para llevar una paz duradera y justa a Ucrania”, escribió Zelenskyy en las redes sociales el domingo. “Esto es posible con la unidad de todos los socios —necesitamos la fuerza de toda Europa, la fuerza de Estados Unidos la fuerza de todos los que quieren una paz confiable”.

Por su parte, Putin, en un mensaje televisado especial el domingo, elogió a los soldados rusos que combaten en Ucrania por defender “su tierra natal, los intereses nacionales y el futuro de Rusia”.

El discurso de Putin marcó el Día del Defensor de la Patria de Rusia, que se celebra un día antes del aniversario de la invasión de Ucrania. Utilizó el saludo del día festivo para prometer un mayor apoyo social para el personal militar y nuevas armas y equipos para las fuerzas rusas.

“Hoy, mientras el mundo cambia de manera impetuosa, nuestro curso estratégico para fortalecer y desarrollar las Fuerzas Armadas permanece inalterado”, sostuvo, añadiendo que Rusia seguirá desarrollando sus fuerzas armadas “como la parte esencial de la seguridad de Rusia que garantiza su presente y futuro soberano”.