Por Víctor Barrera
Para México, el futuro cercano sigue siendo de incertidumbre y así lo ha querido mantener la presidenta, Claudia Sheinbaum, quien se mantiene firme en seguir la línea que su antecesor, mentor y padrino le señalo, para evitar algún disgusto que la lleve a que la venganza de este, le quite su mandato en el ejercicio, constitucional, de renovación de mandato.
De acuerdo a Morena, Sheinbaum Pardo, llego con 36 millones de votos, pero ahora su popularidad ha bajado y esto porque aún no ha demostrado que ella es quien manda y simplemente se ha replegado a ser la réplica exacta de lo tuvimos el sexenio anterior.
Tres problemas son los que se deberá enfrentar, y dependerá de las decisiones, si es que las toma, de Sheinbaum Pardo el rumbo que tendrá nuestro futuro cercano.
El primer tema es la inseguridad interna que se percibe y ve en el país y que, por todos los medios, el gobierno federal y estatales pretenden borrar al señalar que ha bajado el nivel de homicidios dolosos dentro del país. Pero en México todos los días ocurren hechos desafortunados donde están implicadas armas de fuego y las llamadas blancas y por supuesto el fallecimiento de personas.
No solo argumentando cada mañana o en cada espacio de los secretarios de estado manifiesten que la inseguridad va a la baja, se podrá cambiar la percepción que tiene la gran mayoría de la gente, Sino serán los hechos y acciones las que demuestren que se está trabajando para ello.
La decisión que tome Sheinbaum Pardo deberá ser la adecuada para disminuir no solo la percepción de inseguridad, sino que esta sea real, que los inversionistas sientan que sus recursos serán garantizados en nuestro país y que además podrán obtener beneficio de ello.
Porque de persistir esta inseguridad, la delincuencia seguirá imperando, las filas de estas organizaciones criminales aumentarán y estaremos entrando nuevamente a un país donde la violencia sea la única forma de defenderse.
Esto en nada ayuda en la captación de inversiones, para crear empleos formales, bien pagados y arrancar a los jóvenes de las manos de los delincuentes.
El segundo tema es el financiamiento del estado, porque ante una gran cantidad de programas sociales existentes en el país, los recursos serán cada vez insuficientes y si no existen las condiciones adecuadas para crear riqueza, pronto seremos otro país con enormes deficiencias.
Para alcanzar el suficiente financiamiento para mantener esos programas sociales se hace necesario aumentar la generación de riqueza o aumentar la cantidad de impuestos o incrementar sus tasas de pagos.
La primera opción es l más adecuada, pero para ello se debe permitir la participación de la iniciativa privada y que el estado deje de ser administrador de muchas áreas que han demostrado la incapacidad del estado o la voracidad de sus titulares para nacerse millonarios a costa de los recursos públicos.
El tercer tema y que cobrará mayor relevancia el 20 de enero, será la relación que se mantenga con Donald Trump, porque una cosa es enfrenarse a él, y quizás hasta burlarse de él y otra es mantener una relación adecuada para evitar que nuestro principal socio comercial no sea ya más, con ello desequilibrando la balanza comercial, que hasta el momento ha sido a favor de México.
Claudia Sheinbaum deberá de pensar más en su trabajo, con quienes se rodea para realizarlo, pero primero ya establecerse como la presidenta de México y tomar decisiones de manera adecuada más allá de los dogmas ideológicos, sino a favor de México.