Joe Biden se ha convertido en el primer presidente de Estados Unidos que utiliza el indulto para librar de sus condenas a un familiar directo, en este caso su hijo Hunter por posesión de armas y delitos fiscales, a pesar de prometer que no lo haría, con críticas al sistema judicial de por medio, al que reprochó haberse dejado «infectar» por presiones políticas.

En un momento en el que el presidente electo Donald Trump ya ha dejado entrever que colocará a los suyos en el Departamento de Justicia y en el FBI, e incluso llegara a plantearse la opción de concederse el autoindulto en su primer mandato, ha sido Biden quien ha ido más allá perdonando a su hijo Hunter, quien reconoció durante sus procesos judiciales los hechos de los que se le acusó.

Con esta decisión, Biden no sólo ha roto su promesa de no interferir en el sistema judicial en favor de su hijo, sino que además ha desdeñado los fallos de esas sentencias, afeando que hubiera sido condenado por un delito grave sólo «por cómo rellenó un formulario de armas» y que se le llevara a juicio por delitos de evasión fiscal cuando habría valido con pagar lo adeudado «con intereses y multas».