El gobierno de México presentó este miércoles el Plan Nacional de Energía, el cual está basado en cuatro ejes y que buscará que se delineen estrategias para fortalecer el sector eléctrico en México, consolidar el papel de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como pilar en la soberanía energética, fortalecer la participación pública en la generación eléctrica y avanzar en la transición hacia energías limpias.
Uno de los ejes se centra en recuperar la capacidad de planeación del Estado en el sector eléctrico, perdida tras la reforma de 2013. Luz Elena González Escobar, secretaria de Energía, subrayó que esta estrategia permitirá al Estado regular el sector con una visión a largo plazo y colaborar estrechamente con las secretarías y gobiernos locales para la ejecución de proyectos.
Otro buscará priorizar la justicia energética y el acceso universal a la electricidad. Para lograrlo, el gobierno se compromete a mantener las tarifas eléctricas por debajo de la inflación y a brindar subsidios a hogares vulnerables.
“Vamos a llevar electricidad a los hogares que hoy no cuentan con ella con servicios y con proyectos de generación en sitio en algunos casos con fines sociales y comunitarios, y para cuidar la salud de las personas y en especial de las mujeres, que son las más afectadas en áreas rurales. Vamos a implementar un programa de cocinas limpias que sustituyan el uso de leña”, dijo la funcionaria federal.
También, mencionó que, bajo la instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum, se mantendrá una participación privada en el sector eléctrico de hasta el 46%, fomentando la incorporación de energías renovables. Se estima que la inversión privada podría añadir entre 6,000 y 9,000 MW de energía limpia, apoyando proyectos de desarrollo local y generando beneficios económicos en las comunidades propietarias de las tierras.
“Para el consumo propio estamos proponiendo que aquellos hogares y pequeñas empresas que generen hasta 0.7 megawatts van a estar exentos del permiso. Aquí estamos incrementando del 0.5 al 0.7 para la exención del permiso de distribución para consumo propio”, precisó González Escobar.
Por su parte, Emilia Esther Calleja Alor, directora general de la CFE, detalló que el proyecto implica una inversión de 23,400 millones de dólares, distribuidos en generación, transmisión y distribución.
Mientras tanto, en generación se destinarán 12,300 millones de dólares para añadir 13,024 megawatts (MW) de capacidad instalada, suficiente para abastecer a múltiples estados. Otros 7,500 millones de dólares se asignarán a reforzar la infraestructura de transmisión, mientras que 3,600 millones de dólares se invertirán en la red de distribución de baja tensión que lleva la electricidad a hogares y comercios.
La titular de la Comisión también explicó que el plan incluye tres escenarios de generación para 2030, priorizando un incremento en el uso de fuentes de energía limpia, lo que permitiría reducir las emisiones de CO₂ en hasta un 12.7 por ciento.
Sheinbaum Pardo reconoció que las energías renovables, como la solar y la eólica, requieren un respaldo técnico para garantizar su disponibilidad, ya que solo generan energía cuando hay condiciones favorables, como sol o viento.
Para ello, detalló que la planeación energética será clave, y señaló que este proceso había sido perdido durante el periodo de la reforma energética implementada entre 2013 y 2018. Aseguró que, con su plan, se recuperará esta capacidad de planeación para asegurar que el sistema energético sea más confiable y eficiente.