Por Víctor Barrera 

De una incipiente democracia, pasaremos a un autoritarismo soportado por la creación del fanatismo a una figura, que prevalecerá por lo menos algunos años más sin importar quien ostente la titularidad del Poder Ejecutivo. 

Y esto ha quedado demostrado con la celeridad que esta legislatura está haciendo para aprobar las modificaciones constitucionales y legales que su ídolo envió en febrero pasado y que han sido aprobadas sin ser analizadas y desdeñando el costo político, social y económico que esto traerá al país. 

Fue realmente repulsivo ver, como este fin de semana, la mayoría, todos ellos fanáticos de una persona, y quienes hacen las leyes para evitar y sancionar cualquier abuso. Hayan utilizado una tómbola para trate de manchar la carrera judicial de muchas personas y lo peor es que sin tener alguna prueba sobre un mal uso de las funciones, sentencia sin aplicar el proceso correspondiente. 

No puede caber ni una sola explicación ante un acto total de autoritarismo que nos lleva a la destrucción de uno de los tres poderes de la Unión.} 

Colocando a México en la antesala de un escenario de confusión que aleja las más mínimas intenciones de que los inversionistas apuesten sus capitales dentro del país. 

Esto traerá como consecuencia un problema económico se convertirá en social y veremos cómo la gente peleará por las migajas que se le entreguen para poder sobrevivir en una economía destinada a crecimientos bajos y un nivel alto de inflación. 

México regresa a los escenarios de traiciones, donde los serviles buscaran la aceptación de su jefe aun cuando en ello vaya la felicidad de millones de personas. 

Es muy posible que de hoy en adelante veremos una lucha al interior del poder judicial para evitar lo que ya es un hecho, la desaparición de la independencia del mismo para ser simplemente un poder sometido a otro, sin que pueda salir de ello. 

La justicia del país, será dictada desde ese poder y el juridicial solo recibirá las órdenes y las aplicará, so pena de perder su puesto. 

Este sábado vimos el desdén de los legisladores, de la mayoría, sobre la carrera profesional que muchos realizaron en el este Poder, y serán cambiados, quizás por quienes nuca han tenido una experiencia para resolver situaciones de materia jurídica. 

Aquellos que por el momento ataviasen en una situación jurídica tendrán que esperar hasta el 2026 para que sus casos sean resueltos, esto mientras quienes ocupen los nuevos cargos, estudien y analicen cada uno de esos casos, dejando en la indefensión a miles de personas. 

Quienes presumen de ser demócratas y trabajar para el bien del pueblo, abren la puerta para que retrocedamos siglos atrás donde la justicia costaba cara y quienes no tuvieran los recursos suficientes para comprarlas su destino era sufrirla. 

México no merece esto y hasta los mismos fanáticos del proyecto transformador, también sufrirán las consecuencias.