Por Víctor Barrera
A unos días de que se realice la toma de protesta de Claudia Sheinbaum, México mantiene un ambiente de incertidumbre, no solo económico, sino también social, que son elementos que influyen en el ánimo de los inversionistas
A esto, deberemos sumar que la nueva administración no tendrá contrapesos y gozará con una mayoría absoluta legislativa, lo que coloca al Ejecutivo con enorme poder por encima de los otros dos poderes.
Esto con una mala aplicación podría traer más negativos que positivos, por lo que esperamos que sea mesurado el uso del poder de la clase política en el poder.
Hasta el momento, lamentablemente, han demostrado que el uso excesivo de su poder ha sido más de venganza y no para encontrar soluciones a favor de la población. La toma de las decisiones en el poder Legislativo ha sido más por ferviente admiración a su líder moral que ofrecer leyes adecuadas y que armonicen la construcción de un país más justo y equitativo
Es cierto que la nueva administración asumirá sus funciones el 1 de octubre y a partir de ese día la responsabilidad del desino del país y sus pobladores será exclusivamente de esta, pero tampoco hemos visto el esbozo de una política pública asertiva en la materia.
Y es que con Guardia Nacional adscrita a la Sedena, todo indica que el nuevo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García, tendrá un mínimo margen sobre la aplicación de esa política de seguridad, porque todo se manejará bajo las reglas de las Fuerzas Armadas.
Esto es la “militarización” con la cual se trabajará, podría chocar directamente con la estrategia que se supone se aplicaría para el fortalecimiento de las policías estales en el marco de una seguridad pública con dirección civil.
Es importante entonces saber cuál será la nueva estrategia en seguridad pública que permita pensar en esa “militarización” sirva a las policías estatales y municipales más a la ciudadanía.
Pero también será importante saber que en caso de que uno de los elementos de seguridad pública, será castigado bajo que leyes, las civiles o las militares, esto para dar mayor certeza a la población de contar con limitantes para evitar que las fuerzas publicas hagan uso indebido de su poder.
Lo importante es que la estrategia sea conducida bajo el objetivo de avanzar en la pacificación del país, con una erradicación de acciones de alto impacto por parte de organizaciones criminales, que hasta el momento siguen expandiendo su poder en el territorio nacional., algo que implica la actuación corrupta de esas organizaciones criminales sobre la aplicación de la justicia.
A México le urge una paz social y una erradicación de esos grupos criminales o de lo contrario seguiremos viviendo en una incertidumbre social que implica a la económica que deriva en la captación de capitales para desarrollar el crecimiento económico del país.