Por Víctor Barrera 

Es cierto que quien rinde un informe de actividades trata de maquillar las cifras contenidas con el objetivo de pasar como ejercicio de trabajo positivo, Sin embargo, en muchas ocasiones la realidad no es la que se expresa en ese informe 

Algo así pasa cada año en México cuando el titular del poder Ejecutivo rinde su informe anual de actividades, las cifras que contiene dicho informe se convierten en medias verdades o medias mentiras, según el punto de vista de quien las revisa. 

En el último informe del aun inquilino de Palacio Nacional, esta práctica se hizo presente, mientras que el tabasqueño leyó un informe, que le elaboraron, se destacaron cifras que distan mucho de la realidad cotidiana de millones de mexicanos. 

Por ejemplo, aseguro que en su sexenio se creció más que en los anteriores, algo que es totalmente contrario, porque si se analizan los diferentes resultados anuales y se promedia el crecimiento anual del país el resultado final es por debajo el punto porcentual, nivel que en nada ayuda para sacar a millones de pobres de esa situación. 

Este promedio es aún más bajo del que se presentó en la administración anterior de EPN, que fue de 2 por ciento y que fue duramente criticado por el tabasqueño calificando este resultado como mediocre. 

El crecimiento del sexenio presente deja un incremento de 0.3 por ciento en el ingreso per cápita por habitante, lo que confirma que no existe ninguna posibilidad de que se haya avanzado en la movilidad social de la gente. 

Podría justificarse que este resultado fue consecuencia de la pandemia que se vivió, pero esta fue en todo el mundo y muchas otras naciones alcanzaron crecimiento, gracias a la aplicación de políticas públicas que fortalecieron sus sectores productivos. 

Se destacó que en este sexenio se presentó un incremento al salario de los trabajadores, algo que es cierto, pero este se vio dinamitado ante el alto índice de inflación que se presentó cada año, repercutiendo en que cada año la compra de productos de la canasta básica fue menor en cada familia mexicana. 

Se destaco la creación de una gran cantidad de empleos, sin embargo, las cifras reales colocan a muchos mexicanos sin un empleo formal con ello aumentando el índice de la informalidad que significa menos ingresos a las arcas de Hacienda. 

Si a esto sumamos que para la economía mexicana no se prevé que el crecimiento del país, por lo menos en 2024 y 2025 tampoco será mayor al 2.5 por ciento, deja una realidad no tan halagadora, como lo presento el originario de Macuspana. 

Esperemos que los mexicanos que tiene el poder de decisión se convenzan de que no se trata de maquillar cifras, sino de trabajar para que a México le vaya bien y para que a los mexicanos esto les cambie el panorama gris que se vislumbra.