Por Víctor Barrera

Hoy se constituye el nuevo Congreso de la Unión que estará encargada de crear, modificar y reformar leyes con el objetivo de que estas sean para establecer las plataformas suficientes para en el sexenio, que comenzará el próximo mes de octubre, se puedan obtener el crecimiento económico anual que desarrolle y eleve la movilidad social y laboral, elimine la pobreza y permita sistemas de salud y educación adecuados para la población mexicana. 

Este Congreso, que está avalado legalmente por las autoridades electorales, deberá trabajar sin fobias, ni filias políticas, porque deberán trabajar para todos los mexicanos y no solo para un grupo de ellos o el proyecto de una persona. 

México, subrayo, es un país rico recursos naturales que otras naciones requieren, cuenta con la fuerza e inteligencia de los mexicanos para no solo esperar ser la mano de obra de, sino un país con potencia industrias y empresarial que apoyado con tecnología y ciencia pueden detonar la creación de riqueza. 

Por ello, reitero, los legisladores deberán de pensar más en objetivos e intereses comunes y no de partidos políticos, porque de lo contrario podemos quedar atorados en el desarrollo. 

Los legisladores, como representantes populares, deberán analizar cada una de sus decisiones y no solamente manifestar que el sentido de su voto es, porque así lo ordeno el coordinador o porque son ordenes de “muy arriba”, porque la mayoría de ellos en sus campañas políticas  prometieron llevar el desarrollo necesario para que las comunidades, municipios, distritos y estados que representan, dejen atrás el abandono el poco desarrollo existente y se conviertan en  aportadores  al PIB nacional que se convierta en un mejor ingreso per cápita para cada mexicano. 

El reto de estos legisladores entonces es crear las condiciones, legales, para que México logre superar el crecimiento económico pronosticado por el Banco de México para el próximo año de apenas 1.5 por ciento del PIB. Cifra que es insuficiente para aportar los empleos necesarios, los salarios que eviten a las economías mexicanas subsistir solo en la precariedad y una mala alimentación de las futuras generaciones. 

Aquí es importante entonces resaltar, la responsabilidad de este nuevo Congreso de la Unión, de aprobar o no las modificaciones legales que deja la administración federal que se va, porque se debe trabajar para la entrante, allanar el camino para que exista una capitación mayor de inversiones que asuman no solo las guanacias sino también en la responsabilidad de aportar en la infraestructura suficiente para el desarrollo de las zonas donde se ubiquen estos capitales. 

Con esto totalmente claro, el gobierno federal tendrá muchos más recursos para inyectar en sectores prioritarios del país, como es el campo, con relación a la alimentación de todos los mexicanos, la industria y transformación para ofrecer no solo mano de obra barata, sino productos capaces de competir internacionalmente y aprovechar los tratados y alianzas comerciales que México tiene 

Así creando riqueza para cubrir las necesidades e impulsar el desarrollo, habrá también para seguir sosteniendo los programas sociales a favor de os más pobres y que en un mediano plazo ya no sean necesarios, porque México será otro en términos económicos a favor de todos y no solo de un grupo de mexicanos.