Rusia lanzó este lunes un «masivo» ataque con drones y misiles contra infraestructuras energéticas en Ucrania, que causó la muerte de al menos cuatro personas y llevó al presidente ucraniano Volodymir Zelensky a reclamar la ayuda de sus aliados europeos. 

Las autoridades ucranias afirman que Rusia apuntó contra 15 regiones, en la mayor campaña de bombardeos realizada en semanas, en la que se utilizaron «más de 100 misiles de distinto tipo y un centenar de [drones] Shahed», según Zelensky. 

«Podríamos hacer mucho más para proteger vidas si la aviación de nuestros vecinos europeos trabajar junto con nuestros F-16 y junto a nuestra defensa aérea», insistió el presidente ucraniano en Telegram. 

El Ministerio ruso de Defensa indicó que llevó a cabo un «bombardeo masivo» contra instalaciones energéticas necesarias para el «funcionamiento del complejo industrial-militar de Ucrania». «Todos los objetivos fueron alcanzados», aseguró, también en Telegram. 

Poco después de esos bombardeos, un «aparato volador» penetró en territorio polaco, indicó el ejército de ese país, miembro de la Organzación del Tratado del Atlpantico Norte (OTAN), apuntando que «probablemente» se trataba de un dron. 

«Sus características muestran que no se trata de un misil hipersónico, balístico o guiado», precisó a la prensa el general Maciej Klisz, comandante en jefe de las fuerzas operativas polacas. 

Los ataques se produjeron después de que Ucrania lanzó, el 6 de agosto, una ofensiva en la región rusa de Kursk donde, según Kiev, sus fuerzas siguen avanzando. 

Han pasado dos años y medio desde que Rusia invadió Ucrania, donde el ruido de las alarmas antiaéreas se ha vuelto algo habitual. 

El sábado un bombardeo imputado a Rusia alcanzó un hotel de Kramatorsk, en el este de Ucrania en el que se hospedaban empleados de Reuters. El ataque mató a un asesor de seguridad e hirió a dos periodistas, según la agencia de prensa. 

Este lunes, el Kremlin afirmó que no tiene información «clara» sobre ese bombardeo, después de que Zelensky aseguró que el ataque fue «deliberado». 

«Lo repetiré una vez más. Los ataques son contra objetivos de infraestructura militar u objetivos relacionados con la infraestructura militar», subrayó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.