Por Víctor Barrera

Mientras que el inquilino de Palacio Nacional realiza su última gira por el país, acompañado de la virtual presidenta electa, la economía mexicana sigue mostrando debilidad y así lo hacen ver los números fríos, que se dan cada día, semana, mes y trimestre.

México no logró, a lo largo de este sexenio obtener un crecimiento, anual promedio, siquiera del 1.5 por ciento, cifra que de entrada es menor al 2 por ciento que se alcanzó en el sexenio de EPN.

Esto implica que este sexenio será el peor en lo que va del presente siglo, y coloca al tabasqueño como el peor presidente de México en la época moderna.

Si a esto sumamos que las cifras económicas nos muestran una desaceleración en el país, el futuro cercano se muestra como gris y con enormes retos para Claudia Sheinbaum y los mexicanos.

En términos generales, el sector industrial y en especial el manufacturero, donde se crean más del 70 por ciento de los empleos, ha mostrado por tercer trimestre consecutivo números a la baja, que se traduce en una menor cantidad de empleos generados.

Esto se refleja en muchas familias mexicanas que no obtienen los ingresos suficientes para comprar, siquiera, lo necesario para su alimentación, y por lo tanto hay una baja en el consumo interno del país, que implica que muchos de los comercios disminuyan el número de empleados, para poder subsistir.

Lo lamentable es que esta desaceleración no solamente es exclusiva de México, sino está en el mundo entero, por ello se reducirá la demanda de muchos productos manufacturados.

 Entonces el reto principal de la presidenta será establecer las políticas públicas que permitan no solo generar riqueza, sino también los empleos suficientes para evitar que el desempleo siga incrementándose.

Así lo refleja la cifra del número de trabajadores permanentes registrados en el IMSS la cual registró una caída mensual de cerca de 30 mil empleos en junio, la segunda reducción consecutiva mensual y la tercera del año.

De acuerdo a información del propio Instituto hasta el mes de junio se han creado poco más de 540 mil empleos formales, pero esto representa una disminución significativa con respecto a los más de 785 mil empleos generados en el mismo periodo el año pasado.

Esto suma el tercer mes consecutivo con caída en el número de empleos registrados en el IMSS en un primer semestre es, algo que es un comportamiento atípico.

El INEGI también muestra números que deberán poner a la presidenta electa a movilizar a su equipo para evitar que su primer año solo sea la continuidad de un crecimiento pequeño como lo ha sido esta administración.

Porque los números también muestran cifras preocupantes en la entrada de remesas, que en buena parte a lo largo de este sexenio han sido de gran ayuda para muchas familias mexicanas y aun cuando en el mes de mayo estas registraron su mayor flujo del año con 5 mil 624 millones de dólares, esto significó una caída 0.9 por ciento con respecto al flujo de mayo del año pasado. Pero también, ante las variantes el poder de compra de estas remesas cayó 10.4 por ciento con respecto a mayo de 2023. 5.3 por ciento se debe a la apreciación anual del peso mexicano frente al dólar y 4.7 por ciento debido a la inflación. En términos reales, las remesas han caído 10.0 por ciento de enero a mayo de 2024, con respecto al mismo periodo del año pasado.

Todo esto ha hecho que los analistas económicos y expertos, empiecen a modificar sus expectativas de crecimiento para este año. Estas pasan de 2.4 por ciento a inicios del año, ahora a un 1.8 por ciento que significa aún por debajo del mediocre 2 por ciento que en los sexenios anteriores se presentaba