Por Víctor Barrera

Recientemente manifesté que la virtual presidenta  electa de México, Claudia Sheinbaum, empezaba a dar el toque personal  en su gabinete. Sin embargo, creo fue demasiado adelantado. Esto porque sigue demostrando, a través de sus declaraciones, que  no habrá un cambio en la forma de administrar al país.

Esta más  preocupada en no ofender a su  antecesor que en  aplicar, desde ya, una estrategia que impida a México caer en  una situación difícil, derivado de lo que deja como herencia este gobierno actual.

Se dice, de parte de actual administración, que dejará  un país estable, aunque las finanzas públicas demuestran un déficit fiscal alto que representa, hasta ahora, casi un 6 por ciento del PIB nacional.

Esto podría aumentar, si Sheinbaum Pardo continua con la línea que le hereda el aun inquilino de Palacio Nacional. Porque una gran parte del presupuesto ha utilizar el próximo año, que se estima  por encima de los 9 billones de pesos, será utilizada para pagar deuda e  intereses generados, que sumaran alrededor de 2. 5  billones de pesos, esto incluyendo, el monto de los programas sociales.  

Si estimamos que para cumplir con las  promesas realizadas en su campaña política será necesario contar  con un presupuesto bastante amplio,  entonces se pedirá incrementar el déficit fiscal, lo que  implicará  mayor endeudamiento o un ajuste en los presupuestos de cada sector.

Esto último limitará el crecimiento económico que se traduce en menor riqueza y con ello aplazar el  mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

Pero si se aplica mayor presupuesto a los sectores productivos y no se aprueba  un aumento del déficit fiscal, entonces tendrá que haber una reingeniería en los programas sociales o la aplicación de una reforma fiscal que implique no aumento de impuestos  sino aumento del padrón de  contribuyentes.

Pero la virtual presidenta también deberá ofrecer mejores servicios  públicos, que significa invertir en ellos. Creando mayor infraestructura  y esto se realizará ricamente a través de permitir que la iniciativa  privada participe en algunos sectores para favorecer esto.

Si no se permite eso, entonces seremos  los pobladores quienes deberemos pagar por estos servicios, Porque si queremos tener una atención adecuada en salud, deberemos  acudir a hospitales privados, pagar la consulta y medicamentos. Si queremos que nuestros hijos sean preparados académicamente, tendremos que acudir  hacia colegios y universidades privadas, que garanticen esto.

México se encuentra en una situación complicada y esto lo deberá resolver Claudia Sheinbaum, porque deberá entender que seguir en el camino de la destrucción de las instituciones públicas y seguir disminuyendo la calidad de los servicios públicos, solo demerita la calidad de vida  de los mexicanos.

Ojala la continuidad signifique buscar mejorar  para bien el rumbo que ha tomado el país, pensar primero en  los mexicanos y después en  los intereses de una persona o grupo de personas.