Por Víctor Barrera

Sin  sorpresas el resultado de la reunión entre Claudia Sheinbaum y el inquilino de Palacio Nacional, No hubo alguna información que permitiera ver que en realidad quien tomará las riendas del país será Sheinbaum Pardo y no solamente será el personaje que muestre la cara, mientras de tras de ella habrá gente manejando los destinos de los mexicanos.

Se esperaba que  la plática se centre más en  situación real del país y que estrategia se aplicara, en conjunto, para evitar que  el nerviosismo siga imperando en los merados financieros en nuestra nación.

De acuerdo al propio tabasqueño, este “entregará cuentas claras” de esa situación a Sheinbaum Pardo, pero ayer todo ocurrió alrededor de los elogios  mutuos y fue una platica más de compañeros de ideología que de estadistas pensando por el bien de todos los mexicanos.

Por ello  hacemos un trabajo  de recopilación de datos que permitirán, tanto al tabasqueño como a Sheinbaum, irse centrando en las prioridades de los mexicanos y no en los de su partido  político o ideología.

Empezamos señalando que a pesar de la promesa de tener un sistema de salud pública como el de Dinamarca, este no se ha logrado ni en un punto porcentual, porque en México un poco existen aproximadamente  51 millones de mexicanos que no tiene acceso  a ningún sistema de salud, por lo que deberá  trabajarse en ello.

También y a pesar de existir una gran cantidad de infraestructura sanitaria,  esta sigue siendo  deficiente para atender a todos los mexicanos, que si cuentan  con el acceso a estas instalaciones, porque hace n falta médicos, además de equipo, insumos e instrumentos médicos y por supuesto medicinas.

 En México  47  millones de personas se encuentran en pobreza y de estos 7 millones  en pobreza extrema, por diversas circunstancias, por lo que se deberá establecer programas que en verdad  apoyen a estas personas para dejar de esa situación de pobreza y pobreza extrema. Esto es crear las condiciones suficientes para que estas personas accedan a un empleo formal, con salarios suficientes para cubrir, de entrada, sus necesidades básicas, pero con la producción  que se originen se convierta en riqueza que permitirá a las empresas pagar impuestos, invertir en su crecimiento y generar mas empleos. Esta a cambio de solo repartir pobreza en programas sociales que son limitados y de no crear riqueza se acabar  rápidamente.

Para esto, se hace necesario reordenar el sistema educativo para guiarlo más a la profesionalización y  capacitación laboral y no a la ideologización. Esto porque existen 25 millones de mexicanos que no tiene acceso a  las instituciones educativas de todos los niveles. Pero estas instituciones deberán ser profesionales y no solo una extensión ideológica del gobierno.

México ha perdido grandes cantidades de territorio agrícola y ganadero, porque no se aplican los recursos públicos suficientes para hacerlos productivos. Por tanto deberá replantearse, si existe, la política agropecuaria del país. Esto para  favorecer  los apoyos sean directos a los productores y evitar los  “intermediarios”  que es donde se pierden la mayoría de los recursos  públicos.

Además se debe establecer seguridad pública eficiente que evite que grupos criminales pidan  “dinero” para proteger a los productores, sus familias, bienes y a sus productos.

Necesario también crear la infraestructura carretera y de transporte para comunicar a todo México, cuidando  invadir espacios  agropecuarios y ambientales.

Pero ante todo esto, se hace necesario que se establezca un  gobierno, en sus tres niveles, probó y honesto, que  erradique la corrupción aun existente y expandida, para que  no solo sea un pequeño grupo, el que se beneficie de las riquezas de México, sino que seamos todos los mexicanos.

México tiene muchas riquezas, solamente es necesario saber administrarlas y para ello se necesita un estadista que  no piense en su beneficio e interés propio, sino que  vea  las posibilidades que nuestro país tiene para crecer con tasas económicas anuales superiores al 6 o 7 por ciento, que permitan cubrir en poco tiempo la enorme deuda pública que dejará esta administración.

Entendemos los  elogios entre el tabasqueño y Sheinbaum, pero es necesario  dejar de lado eso y ponerse a trabajar para llevar al país a un mejor rumbo de crecimiento en todos los sentidos.