Por Víctor Barrera

Solo dos meses quedan de campañas presidenciales y todo indica que la oposición podría alcanzar el triunfo, siempre y cuando este gobierno garantice comicios limpios donde la gente pueda salir a votar sin ninguna presión o coacción a su voto.

Espero que así lo haga quien durante años se llamo el demócrata más grande de México y permita que la gente decida con su voto el camino a seguir en los próximos seis años, o de lo contrario estará condenando a varias generaciones de mexicanos a pagar por los malos manejos administrativos y financieros en estos seis años.

Además quien llegue a la presidencia, tendrá que iniciar una modificación al presupuesto que se realice en el próximo año para no solo gastar de mejor manera, sino que este gasto ofrezca las condiciones suficientes para que el capital  privado  aumente sus inversiones a favor de creación de empleos con salarios suficientes para aliviar la economía de las familias mexicanas.

Porque mantener una continuidad en lo que estos seis años se realizo, podría poner en los primeros meses de la siguiente administración en una crisis económica-financiera, debido a la debilidad que dejará Andrés Manuel López Obrador a las finanzas nacionales.

Cuando el inquilino de Palacio Nacional asumió la titularidad del poder Ejecutivo lo recibió con una bolsa de 350 mil millones de pesos que constituían Fondos para mantener la estabilidad financiera del país, como lo fueron el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, el de los Ingresos de las Entidades Federativas y el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo. Sin embargo, el macuspamo, asumió que como el administrador del país, podría hacer uso de esos recursos, para construir sus  “caprichos” y dilapido estos recursos.

Pero como fueron insuficientes para “construir” sus obras “insignia”,  elimino algunas atribuciones a las entidades federativas y municipios, para obtener más recursos, quitando con ello recursos para mantener la seguridad publica en todo el territorio nacional, lo que abrió las puertas para que organizaciones criminales lograran ir conquistando mayor territorio nacional.

También eliminó algunas instituciones como el Seguro Popular, quitando a más de 30 millones de mexicanos la oportunidad de no solo recibir atención medica, sino medicamentos gratis y operaciones a costos bajos o nulos.

Para callar las voces de “los pobres”, quienes fueron los principales afectados,  estableció proyectos clientelares, como programas sociales.

Además insistió en narrativa de finanzas públicas sanas, pero todas sus obras fueron protegidas bajo el lema de “Seguridad Nacional”, con ello causó la opacidad del uso de los recursos y por supuesto la falta de auditorias y rendición de cuentas, esto ultimo solapado con sus empleados en el poder Legislativo.

Todo esto creo modificaciones presupuestales, creando con ello carencias en el ejercicio presupuestal, y por supuesto la falta de crecimiento de los sectores productivos.

Las empresas del estado, Pemex y CFE, se convirtieron en el vehiculo para distribuir riqueza a sus familiares, amigos y  cercanos al macuspano,  debilitando con ello estas empresas que  están demostrando su quebranto financiero.

Pero la peor irresponsabilidad del gobierno de López Obrador es que aun teniendo claro que las finanzas públicas del país son frágiles, mantenga un gasto descontrolado de los recursos lo que ha llevado al país a enfrentar este año un déficit presupuestal de 5 por ciento y un incremento de la deuda pública superior a 50 por ciento  del Producto Interno Bruto.

Esto convierte a los mexicanos como los paganos de estos malos manejos  financieros que serán pagados por varias generaciones.

Por ello, los mexicanos deberemos pensar  muy bien si queremos  la continuidad, que cobija, la opacidad, la corrupción y el populismo mas rancio, o un nuevo cambio que corte de tajo este cáncer que en solo cinco años demostró ser más dañino que los regímenes  anteriores. Convirtiendo a este sexenio como el de “Hidalgo”, donde se sirvieron con la cuchara grande en perjuicio de millones de mexicanos