Llegó la fecha, 31 de marzo de 2024 como marca el decreto del 13 de febrero del 2023 firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para que en México a partir del 1 de abril se dejara de comercializar y usar el glifosato, el herbicida que comúnmente se utiliza en el campo mexicano, pero dado que no hay claridad sobre un producto que lo sustituya y para no afectar la producción agrícola, el citado ordenamiento queda en compás de espera y sin aplicación, pese a que el Gobierno Federal asegura que ya hay productos listos, de los que no se han presentado evidencias científicas ni argumentos de investigación, pues sólo existen discursos y buenas intenciones, por lo que la prohibición del glifosato se borra de la lista del gobierno de la 4T por ahora, y tal vez por el resto del actual sexenio.
Fue el propio Gobierno Federal, a través de varias dependencias la que echó para atrás la prohibición del herbicida, pese a que con bombo y platillos anuncio a través de un decreto del 13 de febrero del año pasado, que a partir del 1 de abril del 2024, quedaba prohibida la comercialización y uso total en el campo mexicano del glifosato, toda vez que según se argumentó hace 13 meses, que ya estaba en proceso la investigación y pruebas de varios herbicidas creados en México con menor toxicidad que reemplazarían al químico que no sólo se utiliza en la agricultura mexicana, sino que es de uso común en todo el mundo.
A través de un comunicado del pasado 26 de marzo y firmado por las secretarías de Economía (SE), Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), estas dependencias informaron que dado que aún continúan las pruebas e investigaciones para encontrar un herbicida menos tóxico que sustituya al glifosato, la entrada en vigor del decreto del 13 de febrero del año pasado queda sin aplicación hasta que se dé el visto bueno a alguno de los productos en etapa de pruebas.
Sobre este punto, la Sader señaló que está preparada para recibir y evaluar la efectividad biológica de los insumos agrícolas elegibles, cuando éstos estén disponibles, a través de su organismo desconcentrado, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Por su parte, la Semarnat destacó que atenderá los requerimientos de opinión técnica para moléculas identificadas como sustituto del glifosato que se requieran cuando le sean presentados.
Quien no apoyó la decisión de la 4T y se mostró extrañada por la decisión adoptada para poner en compás de espera la prohibición del glifosato fue el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), que el pasado 27 de marzo expresó su desacuerdo con las dependencias citadas y que daban su punto a favor para la continuación del uso del herbicida en el campo mexicano, por lo que sin aportar prueba alguna, expresó que ya hay varios productos químicos en México que serían los que sustituyan al glifosato al presentar menos toxicidad y ser más efectivos.
El Conahcyt señaló a través de un comunicado que desarrollaron 22 faros agroecológicos en diferentes estados del país que, a través del desarrollo tecnológico de 18 mil productores y tecnólogos en 17 mil hectáreas lograron certificar 87 planes de manejo agroecológicos que dan mejores resultados que el uso de semillas transgénicas y glifosato.
Destacan que estos faros agroecológicos han diseminado conocimientos de cultivo amigables con el ambiente y de alta producción en 22 mil 754 escuelas de campo y comunidades de aprendizaje en el país en coordinación con los programas Sembrando Vida y Producción para el Bienestar. Ellos son capaces de producir hasta 67.8 millones de litros de bioinsumos líquidos y 350 mil toneladas de bioinsumos sólidos que se podrían ampliar a niveles industriales fácilmente.
Sobre los argumentos no probados de una ala de la 4T para prohibir el uso del glifosato, la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC) que agremia a industriales en materia de protección de cultivos, destacó que el herbicida que se usa en México evita que las malezas compitan por los nutrientes y la luz del sol, pero en especial por el agua, recurso que este año se vio disminuido significativamente por la sequía, además de que por el momento no existe ningún producto que iguale al glifosato en eficiencia, costo, facilidad de manejo, además de que es altamente seguro.
En la misma línea, la UMFFAAC subraya que la insistencia “de un grupo radical” del gobierno amlista para la prohibición del producto carece de fundamento científico sólido, parece obedecer más a una ideología que a un compromiso con la salud pública. Sin embargo, los industriales coinsideran que antes las contradictorias acciones cotidianas del gobierno amlista, éste podría dar marcha atráa ests disposición y poner en vigor la prohibición del herbicida en cualquier momento.
El posicionamiento de dependencias como las secretaría de Economía, Semarnat, Agricultura y Cofepris podrían tener respuesta por el posicionamiento en países del mundo donde el glifosato es utilizado en la agricultura, como en la Unión Europea (UE), que el 23 de noviembre del año pasado anunció que extendió los permisos para el uso del glifosato por otros diez años, hasta 2033.
“La Comisión, basándose en las exhaustivas evaluaciones de seguridad llevadas a cabo por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA), junto con los Estados miembros de la UE, procederá a la renovación de la aprobación del glifosato por un periodo de 10 años, sujeta a ciertas condiciones y restricciones nuevas”, según destacó en un comunicado del bloque, lo que sustenta que en el mundo no hay hasta ahora un producto químico que sustituya al herbicida glifosato.