El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dijo al primer ministro israelí que no debe ejecutar una operación militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, a menos que un plan «garantice la seguridad» de la población, indicó la Casa Blanca.
Biden «reiteró su opinión de que un operativo militar en Rafah no debería llevarse a cabo sin un plan creíble y realizable que garantice la seguridad y el apoyo a las más de un millón de personas que se encuentran allí», refirió la Casa Blanca en un resumen de la conversación sostenida este domingo por ambos dirigentes.
La comunidad internacional alertó sobre la «catástrofe humanitaria» que supondría un asalto en Rafah, donde se refugian más de 1.3 millones de palestinos, según la ONU. La inmensa mayoría huyó de la guerra que hace estragos desde hace cuatro meses entre Israel y el movimiento islamista.
«Cualquier ataque […] contra Rafah torpedearía las negociaciones» sobre los rehenes que siguen en la Franja, dijo a la AFP un alto cargo de Hamas, que gobierna el estrecho territorio desde 2007.
Lo que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, y su ejército «no han logrado hacer en más de cuatro meses, no lo harán en el tiempo que dure la guerra», agregó.
Netanyahu aseguró que dará un «paso seguro para la población civil» antes del asalto a Rafah.
«La victoria está al alcance. Vamos a hacerlo. Vamos a acabar con los batallones terroristas de Hamas que quedan y con Rafah, que es el último bastión», afirmó en la entrevista con ABC News.
«Vamos a hacerlo mientras damos paso seguro a la población civil para que pueda irse», agregó.
«Estamos trabajando en un plan detallado para hacerlo», explicó el primer ministro de Israel.
Mencionó áreas del norte de Rafah que han sido despejadas y que podrían usarse como zonas seguras para los civiles.