En las profundidades del mar se encuentran una increíble cantidad de tesoros listos para ser descubiertos por el ser humano y para ser analizados en función de aprender más sobre las antiguas civilizaciones.

Esta semana, un grupo de arqueólogos encontró un fragmento tallado de mármol que, probablemente, pertenecía al Templo de Zeus ubicado en la antigua ciudad de Akragas. El mismo fue hallado en la costa de Sicilia, Italia, y se trataría de una decoración frontal de la imponente estructura dórica.

En las profundidades del mar Mediterráneo existen pruebas de épocas pasadas y de las civilizaciones más importantes del mundo, por lo que se convierte en un lugar propicio para los arqueólogos en busca de pedazos de historia.

Hace pocos días, un grupo de arqueólogos encontró un fragmento de mármol, que los expertos atribuyen al templo de Zeus en la antigua ciudad de Akragas, actualmente conocida como Agrigento.

Este lugar era una imponente estructura dórica que estaba situada en el Valle de los Templos. Gracias a sus dimensiones, de 112 metros de largo y 56 metros de anchos, era reconocido como uno de los templos dóricos más grandes construidos. Fue mandado a hacer por el tirano Terón, gobernante de la colonia griega de Akragas y gran parte de Sicilia occidental, luego de su victoria en la batalla de Himera en el año 480 a.C.

En cuanto al fragmento que se halló esta semana en Sicilia, se trata de pedazo frontal de la estructura pertenecería a un caballo en posición rampante, uno de los elementos icónicos de las representaciones artísticas griegas.

Para llegar a ella, el subgrupo BCSicilia, bajo la dirección del ingeniero Gaetano Lino, descubrió en octubre pasado el potencial elemento mediante estudios fotogramétricos. Esta semana, tras superar los desafíos meteorológicos, lograron encontrar exitosamente este pedazo de historia a 300 metros de la costa siciliana.

Desde un comunicado, los encargados de este descubrimiento detallaron: “Esto probablemente sería una decoración frontal de mármol perteneciente al famoso Templo de Zeus, en particular un caballo gateando, un elemento icónico en la representación artística del período griego”.

En este descubrimiento trabajaron buzos de la Unidad de Buceo de los Carabinieri y representantes de la Superintendencia del Mar, de la Unidad de Protección del Patrimonio Cultural de los Carabinieri y del grupo subacuático de BC Sicilia. El hallazgo se realizó a nueve metros de profundidad y se trata de un fragmento de mármol proconnesio (extraído de las canteras de la isla turca de Mármara) de 2 metros de largo por 1,6 metros de alto y 35 centímetros de espesor.

Según el historiador griego Diodorus Siculus, el Templo de Zeus nunca llegó a completarse debido a la conquista de Akragas en el año 406 a.C. A lo largo del tiempo, el templo sufrió varios daños debido a los terremotos e, incluso, en el siglo XVII, los materiales de la edificación fueron aprovechados para construir otras en esa área.

Cabe destacar que este hallazgo proporcionará nuevos conocimientos sobre la gran construcción del siglo V a.C., el cual fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.