Por Víctor Barrera
Indudablemente alcanzar la concordia en un país que cada vez se ve mas dividido será difícil en los próximos meses y esto podría convertirse en un problema para la siguiente administración federal.
Ante el miedo de perder el poder, el inquilino de Palacio Nacional dio a conocer 20 iniciativas de reformas, algunas que muestran su verdadera sed de poder y otras simplemente para rellenar los huecos que permitan seguir creyendo a la gente, que lo idolatra, que es el mejor presidente, aunque la realidad lo pone en el lado contrario.
Para ganar el aplauso de sus seguidores, propone la eliminación de los legisladores plurinominales, que en términos sencillos son los legisladores de los partidos políticos, aquellos que se encuentran en las dirigencias y que cobran por partida doble, el sueldo de sus partidos políticos y por supuesto en la nomina federal.
Como sabe que los partidos políticos, ninguno de ellos incluyendo Morena y rémoras, aceptarán dejar fuera de las listas a sus lideres, Pero este rechazo será utilizado para inculpar a la oposición de no querer tener una verdadera democracia con la lección por voto popular de todos los “representantes” para conformar un Congreso de la Unión avalado únicamente por el voto popular y no los partidos políticos.
El tabasqueño insistió en la elección de los ministros por voto popular, lo que implicaría que cualquiera que consiga un una cedula universitaria, real o ficticia otorgada por cualquier universidad, podría ser votado, dejando de lado la carrera judicial que implica conocer y entender el sinfín de casos que cada día se presentan en la corte.
Quiere López Obrador, imponer a sus jueces, que aun cuando sus decisiones disten mucho de la justicia, y se apeguen más a la ideología, podrían asumir esos cargos, en pocas palabras, quiere doblegar al Poder Judicial, como lo ha echo en el Legislativo a través de sus empleados, los legisladores de Morena, PT, PVEM, PES quienes cumplen con el 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de conocimiento.
El tema de las pensiones, que es la bandera electoral del tabasqueño, pretende engañar a los trabajadores ofreciendo el 100 por ciento de las pensiones. Algo que en ningún país se otorga, porque aun cuando en economías con crecimiento de entre 8 y arriba del 10 por ciento de su PIB, no existen los recursos suficientes para soportar esos porcentajes de pensiones. Tendrían que crecer al 100 por ciento del PIB y esto hasta ahora y me imagino por muchos años no será posible.
El macuspano con esto demuestra el miedo que su candidata no gane los comicios federales y con ello su proyecto de la 4T pase a la historia como el sexenio más obscuro para México.
Entiende que si no deja una agenda pendiente su nombre se perderá en el olvido y sus hijos podrían enfrentar serias acusaciones.
La oposición tiene también el dilema, de ser indiferente a las propuestas y con ello aceptar las críticas o exponer de manera directa, que esas propuestas simplemente representan la sed de poder de alguien que esta próximo a pederlo y tendrá que asumir las consecuencias de todo lo malo que realizo y consintió en su sexenio de poder.
Quizá la mejor arma de contraataque sea la indiferencia. O doblar la apuesta de algunos temas. Y proseguir con su propio mensaje de futuro, dejando de lado a López Obrador.