Por Víctor Barrera
Hoy, cuando celebramos un aniversario más del federalismo de nuestra republica, todos los mexicanos deberemos estar atentos a las iniciativas de reformas que enviara el inquilino de Palacio Nacional, algo que de inmediato no s hace pensar que estas reformas son para tratar de seguir implementando su populismo político, tratando de convidar la pueblo a buscar las soluciones, pero que al final es decisión unipersonal del que hasta ahora ocupa uno de los Poderes de la Unión.
Su sed de poder, no es más que el reflejo de todos sus complejos y de aplicar venganza a todos aquellos que de alguna forma no están de acuerdo con su pensamiento y su forma de actuar.
Se dice que son un puñado de reformas, entre las cuales las más importantes son aquellas donde se pretende debilitar a los otros Poderes de la Unión, para centrar en uno solo todo el poder, haciendo de nuestro federalismo una monarquía.
Una de estas iniciativa es en torno al Poder Judicial, donde se busca minarlo de tal manera que simplemente se convierte en un apéndice del Ejecutivo y que sus decisiones jurídicas vayan en sentido de favorecer al Ejecutivo y sus proyectos.
De aprobarse que los magistrados sean elegidos por el voto ciudadano y no examinados por el poder Legislativo, los pobladores perderíamos la ultima línea de defensa ante el abuso de autoridades.
Regresaríamos a las épocas donde las propuestas y ocurrencias del Poder Ejecutivo sean avaladas sin mediar discusión judicial alguna. Donde quienes están alrededor del Poder Ejecutivo puedan también disponer de los jueces para verse beneficiados. Es decir, si el Ejecutivo decidiera construir cualquier obra en cualquier lugar, bastaría con decretar la expropiación de terrenos para que el poder Judicial lo avalara y se llevara a cabo.
Si algún familiar, o amigo del Ejecutivo tuviera la necesidad de alguna propiedad o realizar una obra, solo bastaría con expropiar terrenos, casa, comercio o cualquier cosa necesaria a nombre del Ejecutivo y asunto resulto.
Otra reforma corresponde a hacer de manera formal al INE y al TEPJF parte de la Secretaria de Gobernación, y para no irnos muy lejos para explicar esta decisión, solo recordemos las elecciones de 1988 donde Manuel Bartlett, hoy director de la CFE, fue el Secretario de gobernación que sin un ápice de descaro manifestó que se “cayo el sistema” y se resolvió la elección presidencial a favor de Carlos Salinas de Gortari.
Esto que durante años utilizo la izquierda y principalmente López Obrador, para crear a sus enemigos y enemigos del pueblo, seria ahora algo que podría pasar en cada elección.
Sin duda, López Obrador ha demostrado que su objetivo siempre fue llegar al poder, para mantenerlo durante años y con ello poder satisfacer su venganza.
Es por ello que los próximos comicios representan riesgo importante para el tabasqueño y quiere tener todo el poder, antes de realizarse estos comicios, para poder resolver a favor de su candidata y con ello iniciar el camino de una presidencia imperial legal, donde el Ejecutivo es amo y señor de todo el territorio nacional y las personas que lo habitan y puede disponer de ello como le venga en gana.
Además de proclamar de manera legal, también, El Estado soy yo.