Por Víctor Barrera
Esta por terminar este sexenio y existen algunos asuntos por aclarar, que por supuesto el inquilino de Palacio Nacional, no tocará en sus conferencias matutinas donde esta más concentrado en tratar de debilitar al Poder Judicial y desparecer los organismos autónomos, porque en su concepto de democracia, por plebiscito, no entran ni siquiera como contrapeso, porque son un estorbo y además salen caros.
Estos temas que quedarán pendientes por varios años, de ganar Claudia Sheinbaum la presidencia, son el pago pendiente por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que ha salido más caro que si se hubiera terminado de construir.
También estará pendiente el tema del daño al patrimonio histórico y ambiental, no solo por el Tren Maya, sino de los otros proyectos y obras que se encapricho, el tabasqueño por construir y que no se han terminado de hacer.
Otro es ¿De donde saldrán los recursos para seguir subsidiando el AIFA, que hasta el momento no consigue levantar el vuelo, la refinería en Dos Bocas, que no esta equipada totalmente para refinar, y el Tren Transístmico?
El tema del endeudamiento que supera el 5 por ciento del PIB, que dejará el de Macuspana. Los recursos que deberán ser entregados a Pemex y CFE para mantenerlos a salvo de una quiebra financiera y por supuesto, el tema de las pensiones y jubilaciones, que ante la falta de creación de riqueza, es decir crecimiento económico, no hay fondos suficientes para poder otorgar a las nuevas generaciones pensiones del 100 por ciento, que por cierto en ningún país del mundo se otorga tal porcentaje en las pensiones.
A esto siguen pendientes el tema del huachicol, que se hace en los ductos de Pemex, el fraude cometido en Segalmex y sobre todo los sobre costos de las obras “capricho” del tabasqueño.
Sin duda que Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia, junto a sus hijos por ser parte del sexenio de Hidalgo, antes solo era el año, pero como no son iguales a los otros, ellos crearon el sexenio de Hidalgo. Donde la opacidad, y los discursos de obras por Seguridad Nacional no permitirán, por muchos años, saber la cantidad de recursos que esta familia se llevara a sus bolsillos y que deberemos pagar todos los mexicanos.
Recientemente se informo que la administración del tabasqueño se ahorro 2 billones de pesos, pero no se sabe dónde están depositados o en cuales bolsillos se encuentra, si en los de él, o de sus hijos o sus hermanos o sus parientes o vaya usted a saber.
Esto dejará enormes retos a quien asuma la presidencia a partir del mes de octubre, porque las finanzas del la nación parecen un campo minado y cualquier mal movimiento pueden estallar una o dos o varios de esas minas, llevando al país a volver a vivir esas crisis económicas que el viejo PRI, de las décadas 70 y 80 dejaba cada fin de sexenio.
Se ha dicho que en la época moderna los gobiernos del PRI eran corruptos, que el más reciente el de Peña Nieto fue el más grande, pero este sexenio rompió cualquier marca que hayamos presenciado. El nepotismo estuvo a todo lo que da, donde las familias no solo de López Obrador, sino también de los personajes más allegados a él, ocuparon espacios en el gobierno federal y en puestos de supuesta elección popular.
México esta apunto de celebrar los comicios mas importantes de cada seis años, donde el resultado nos dará luz sobre que futuro tendrá el país, por una parte la continuidad que significa tapar la corrupción y aumentar la impunidad o un cambio que promete aclarar los asuntos de corrupción y acabar con la impunidad.
Mientras tanto reflexione sobre cuanto tiempo nos llevará pagar el daño que dejara este sexenio de “Hidalgo”.