La senadora Rocío Abreu Artiñano pidió a las comisiones estatales de Derechos Humanos que emitan recomendaciones a las legislaturas locales, para prohibir las escuelas taurinas, que admiten menores e incluyen actos de crueldad y maltrato animal.
Esto a través de un punto de acuerdo donde también manifestó que esto garantizará que niñas, niños y adolescentes crezcan en un ambiente sano, que no sean testigos de actos de crueldad o maltrato animal como los eventos taurinos.
En un punto de acuerdo, que inscribió en la Gaceta de la Comisión Permanente del 10 de enero, la senadora de Morena
Dijo que las corridas de toros son espectáculos que consisten en torturar, mutilar y matar toros mediante una serie de tretas y artilugios, pero la tauromaquia es promovida como recurso turístico en México.
Rocío Abreu explicó que nuestro país es reconocido por los “niños toreros”, ya que a los europeos menores de 16 años no se les permite practicar el toreo en público, por lo que vienen a México para avanzar en su formación y regresar a su país con una ventaja sobre sus competidores.
Señaló que hay escuelas taurinas en los estados de Tlaxcala, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Ciudad de México, Veracruz, Yucatán, Chihuahua y San Luís Potosí, en las cuales, los encargados son ex toreros que tienen la función de formar a niños o adolescentes para que se desempeñen en esta actividad.
En estos planteles admiten niños a partir de los ocho años, su aprendizaje inicia con la teoría, donde se les enseña la historia del toreo, se conoce los utensilios y el origen de esas herramientas.
Los menores aprendices de esta actividad torean con pequeños becerros que son sometidos a la divisa, el capote, banderillas y muleta en los eventos denominados como becerradas. Esta actividad es un espectáculo taurino popular en el que se lidian a animales menores de dos años.
Abreu Artiñano explicó que, en diversos estudios, expertos advierten que se presentan diversas consecuencias nocivas al presenciar los espectáculos taurinos en el desarrollo intelectual y mental de los menores.
“En dichos eventos se les inculca la idea de que la violencia es buena y que torturar animales para el deleite personal es satisfactorio” argumenta a través de su punto de acuerdo la senadora
En ese sentido, aseguró que todos los menores tienen derecho a crecer en un medio ambiente sano, libre de todo tipo de violencia, por lo que se debe cambiar la idea de que la mutilación, la tortura y la muerte de los animales es un acto de celebración.
La legisladora agregó que este tipo de prácticas se deben terminar y se tiene que enseñar a los menores a tratar con respeto a los animales, además de procurar su bienestar en todo momento.