Por Víctor Barrera
La derrota que Morena sufrió en la CDMX, al no ser ratificada Ernestina Godoy como fiscal general de justicia, prende los focos amarillos no solo en el equipo de Claudia Sheinbaum, sino también en el Morena y llega hasta Palacio Nacional, donde su inquilino trato de minimizar la derrota, pero en sus ojos y aclaraciones demostró que el impacto fue fuerte.
El tabasqueño sabe que perder la capital del país, pondría en graves problemas su triunfo a nivel nacional, porque e precisamente la CDMX, el bastión mas importante de Morena y lo fue desde 1988 el bastión de la izquierda, hasta el quebranto del PRD, iniciado este por AMLO.
Se calificó como pírrica, la derrota, pero en verdad resulto ser un duro golpe al quitarle el brazo judicial que desde hace varios años presiono a la oposición para evitar que levantar la voz más allá de lo que podrían darle permiso.
Ernestina Godoy no solo fue incondicional de Claudia Sheinbaum, y realizo el trabajo que le correspondía, sino también del inquilino de Palacio Nacional, porque a él le debe no solo su crecimiento económico, sino también la oportunidad de gozar de un coto de poder en Iztapalapa y por supuesto que ella y sus familiares gocen de puestos dentro del gobierno federal y local.
El miedo de Morena lo demuestra al imponer, nuevamente, un incondicional como encargado del despacho, esto con la intención de seguir amedrentando a la posición, y posiblemente en los siguientes días observaremos una arremetida más fuerte en contra de la oposición.
Morena no acepta las derrotas, porque han demostrado que quieren carro completo, no importa el costo económico o el costo social. Porque ellos entienden que su narrativa de hacerse las victimas les funciona no solo para vencer al adversario sino para convencer a la gente, y si esto no convence utilizan los programas sociales para comprar voluntades.
Saben que deben mantener la capital del país, porque de perder tendrían que rendir cuentas, y esto involucra Claudia Sheinbaum, quien viene arrastrando hechos como los del colegio Rébsamen, la línea 12 del metro, el desvió de recurso para la reconstrucción de inmuebles y otros hechos que no han sido aclarados.
En Morena se entiende que lo sucedido con Ernestina Godoy es una muestra más que nada es difícil de derrotar, que el supuesto gigante político que se convirtió Morena puede sucumbir y que la gente, como dijo en alguna ocasión el mismo López Obrador, “se cansa de tanta tranza”.
En Morena empieza a cundir el pánico, porque si pierden, la oposición entraría haciendo auditorias para develar la verdadera cara de Morena ante la gente, porque hay muchos puntos negros.
En Morena cunde el pánico, porque si se pierde la capital, y el estado de Veracruz, donde el gobernador actual tiene la misma línea que ha utilizado Morena de amedrentar a la población, podría perdúrese también la presidencia y esto significaría que se auditarían todas las obras del inquilino de Palacio Nacional y esto podría ser muy grave.
La cloaca empieza a destaparse y lo revelado por la ex directora de Notimex, es una pequeña parte de lo que podría salir mas adelante.
Esos focos amarillos empiezan a mostrarse también ante la invitación a Ernestina Godoy de obtener una senaduría, la cual la obtendrá, porque se buscará que los líderes de Morena mantengan fuero, para evitar algún desaguisado judicial en los próximos años.
La ciudadanía tiene memoria y cuenta con el poder del voto, esto podría doler a Morena y a muchos de sus militantes.