El Estado Mayor ucraniano informó este viernes de que, en la jornada pasada, Rusia perdió 1100 soldados en sus bombardeos con artillería en 120 localidades habitadas en las regiones fronterizas o cercanas al frente de Cherníguiv, Sumi, Járkiv, Lugansk, Donetsk, Zaporiyia, Dnipropetrovsk y Jersón.
Por lo que respecta a la línea de contacto, Kiev dice haber repelido el jueves 11 ataques rusos en el sur de Bajmut, 20 en Avdivka y 14 en Márinka, localidades situadas en la región oriental de Donetsk.
En el frente de Kúpiansk, en la región nororiental de Járkiv, Ucrania habría repelido tres ataques rusos.
Según el Estado Mayor ucraniano, Rusia ha perdido en 24 horas en estos ataques 1.100 soldados, 30 tanques, 32 vehículos blindados y 31 sistemas de artillería.
Los bombardeos rusos mataron a tres civiles ucranianos e hirieron a cinco personas en la localidad de Chornobayivka, en la región de Jersón (sur), según anunció el jueves el ministro del Interior ucraniano, Ihor Klimenko.
«Tres muertos. Cinco heridos con diversos grados de severidad. Más de 60 edificios de viviendas y agrícolas han sido dañados», escribió el ministro en su canal de Telegram.
«La policía está documentando las consecuencias de otro crimen de guerra más por parte de las fuerzas de ocupación», agregó.
Por su parte, el gobernador de Jersón, Oleksandr Prokudin, afirmó que en el «bombardeo masivo» las fuerzas rusas emplearon bombas de racimo.
En un vídeo publicado en su canal de Facebook pueden verse viviendas destruidas en una zona rural con rastros de sangre en el suelo, así como cadáveres de animales.