Por Víctor Barrera
Es cierto que la campaña oficial para los comicios del 2024, empezara hasta el próximo año, pero Xóchitl Gálvez, deberá empezar, ya, a demostrar que tiene el mando en la campaña o de lo contrario sucumbirá como un personaje que se dejo devorar por los partidos políticos.
La precampaña deberá ser utilizada para, no solo buscar más votos, sino en verdad demostrar que esa figura fresca, espontánea y disruptiva, no será rehén de los partidos políticos que vieron en ella la posibilidad de arrebatar a Morena el poder
Xóchitl Gálvez debe demostrar que son los partidos políticos quienes la siguen y no que esta sometida a ellos. Esto significa que en la designación de los diferentes puestos públicos, no todos deben ser de los tres partidos políticos, sino debe existir la apertura para meter gente independiente, ciudadanos con capacidades para desempeñar esos puestos y que de alguna manera permitan que ese gobierno de coalición que se pretende establecer, no esta totalmente construido con la clase política de esos partidos.
Entendemos que los dirigentes de PRI, PAN y PRD, vean los comicios como una agencia de colocaciones para amigos, conocidos y hasta parientes, pero deberán abrirse para que los ciudadanos, con aptitudes y valores, sean también que representen a la misma ciudadanía, abrir espacios para todos los sectores sociales estén representados con personajes de la misma sociedad y no sean siempre las mismas caras y nombres.
Deberemos reconocer que Xóchitl Gálvez esta compitiendo no solo en contra de Claudia Sheinbaum, sino también contra AMLO y ahora se suman Samuel García y Dante Delgado, quienes trataran de descarriarla. Porque Xóchitl hasta ahora a ganado la confianza de millones de mexicanos que saben que es necesario un cambio para arrancar de una vez por todas ese mal que podría enquistarse por varias décadas si lo permitimos.
Los partidos la han abandonado, ahora que debe estar más arropada, convencer a la gente que la idea es un gobierno a favor de México y no de partidos políticos, porque la potencialidad del país es tan grande y siempre nos hemos quedado en mediocridades.
Pero para salir de ello, es importante que la clase política debe ofrecer espacios a la ciudadanía, no para subyugarla, sino para trazar ese camino a favor de crecimientos económicos importantes, que permita un desarrollo político, y social competitivo que otorgue un mejor calidad de vida para todos.
Hasta ahora, la campaña y el gobierno de coalición solo ha quedado en papel, se debe aprovechar que Xóchitl aun tiene un poco de esa flama que la distinguió y que hizo que López Obrador actuara en su contra por la amenaza que representa para quitarle el poder.
Esa reacción del tabasqueño fue lo que la propulsó a la candidatura del Frente, pero ese impulso empieza a opacarse ante la voracidad de los partidos políticos
Esto ha hecho que sus discursos empiecen a tener falta de fuerza, como el que ofreció en Coyuca de Benítez, donde mas allá de buscar culpables era necesario demostrar que la unidad ha sacado adelante a los mexicanos.
Probablemente su coordinador de campaña, Santiago Creel, también esta opacado, porque su currícula política nunca ha dado grandes triunfos y esto lo hace débil ante quienes se reparten las posiciones en juego.
Sus más recientes declaraciones se recuerdan más por las pifias que por los aciertos y esto solo es el reflejo de su nerviosismo ante la presión de los políticos, que se supone deben apoyarla.
Xóchitl debe recordar que ella no salió de la partidocracia, que su carrera política ha sido el resultado de su perseverancia, de no dejarse opacar por nadie, desde su natal Hidalgo donde mostró esa independencia.
Xóchitl debe dar ese golpe de autoridad o de lo contrario solamente sucumbirá ante la voracidad política, donde los únicos que ganaran son los partidos políticos y sus dirigentes que repito, ven a los comicios como simple agencia de colocación, Pero los mexicanos perderemos esa oportunidad de extirpar de tajo ese cáncer que esta haciendo mucho daño al país.