Por Víctor Barrera

El próximo mes de enero cuando empiecen las pre campañas de manera oficial, será el punto de partida para los mexicanos para empezar analizar  por quien  o quienes votaran  para los diferentes  puestos de eyección popular que estarán juego; la presidencia de la republica, 8 gubernaturas y una jefatura de gobierno en la CDX, además de 128 senadores y 500 diputados federales, sin dejar fuera  diputaciones locales, alcaldías y cabildo.

Como pintan las cosas no será una decisión fácil, porque existe mucha gente que esta decepcionada de este régimen autoproclamado como la 4T, pero también  de los partidos  como el PRI, PAN y PRD, además de las indecisiones o decisiones de MC.

Lo que es cierto es que el próximo año todos los mexicanos  vamos, deberíamos, a  salir a votar y el resultado de ello será el futuro de México durante los próximos seis años.

Pero  esto ha dejado de lado la vista a los problemas que seguimos manteniendo como país y que no han sido solucionados.

El principal es el elevado dinero del costo del dinero, las tasas de interés, que mantiene el Banco de México y que para algunas personas deberían haber bajado el pasado 9 de noviembre, cuando la Junta de gobierno se reunió y decidió  que no habría cambio alguno en las tasas e interés.

Lo que si debemos señalar es que como lo acordaron en la minuta del Banco de México donde se señala que se mantendrá la tasa de referencia en un nivel elevado en tanto que su objetivo es lograr que la inflación vuelva a un rango de crecimiento de 3% anual.

Entonces deberemos entender que mientras el país no tenga un crecimiento sostenido, no de un solo mes, sino de manera anual, el Banco de México seguirá aplicando su política monetaria que implica el sostenimiento de  esas tasas de interés: Claro estas Irán bajando  mientras se muestre crecimientos mensuales que promedio al fina del año al menos un crecimiento anual de 3 por ciento. Ojo no 4 por ciento, si no solamente 3.

Por tanto deberemos aplaudir esa postura y no  esperar que de un mes a otro estas tasas de interés bajen.

En tanto el gobierno federal deberá aplicar políticas economías que implique  no solo el incremento de producción de los diferentes sectores, sino el fortalecimiento de estos sectores para  ir disminuyendo los precios de los productos de consumo y con ello disminuir los latos niveles de inflación.

A esto se deberá sumar que el gasto público sea equilibrado y que se  aplique a la construcción de infraestructura que ofrezca beneficio en el corto plazo para los mexicanos y entradas  de carácter impositivo, si elevar el porcentaje de ellos, para la hacienda publica.

Por tanto, si se necesita ciencia, para pensar como realizar esos ajustes que beneficien y no perjudiquen al desarrollo del país y a la economía y bolsillos de todos los mexicanos.

Pero para ello necesitamos un estadista al frente del  poder Ejecutivo, verdaderos legisladores que miren por el bien común, que es el bienestar de todos los mexicanos y a funcionarios públicos que en verdad establezcan políticas publicas encaminadas al desarrollo económico, político y social del país.

No es cosa imposible de logar, solo se necesitan verdaderos mexicanos que piensen en México y no en grupos políticos.