Pakistán abrió este lunes tres nuevos cruces fronterizos para agilizar la deportación de afganos que están viviendo en el país sin autorización legal, informaron las autoridades.
Unos 300 mil afganos han abandonado Pakistán en semanas recientes desde que las autoridades empezaron a arrestar y deportar a extranjeros sin documentados legales a partir del 31 de octubre, cuando venció el plazo para que los extranjeros salgan del país voluntariamente.
Las expulsiones afectan mayormente a los afganos, que comprenden el grupo de extranjeros más numeroso en Pakistán. Las medidas han provocado críticas por parte del gobierno talibán afgano, así como de grupos de derechos humanos.
La cantidad de cruces fronterizos usados para la deportación de afganos aumentó a cinco tras la apertura de las nuevas instalaciones en la provincia sudoccidental de Baluchistán, afirmó Jan Achakzai, ministro de información de esa provincia.
Agencias internacionales de ayuda han documentado escenas caóticas y desesperadas de afganos que regresan desde Pakistán.
“Muchos afganos en Pakistán están ahora sufriendo allanamientos y la demolición de sus viviendas sin proceso debido. Las autoridades les niegan a los detenidos el derecho a tener un abogado y a comunicarse con su familia, con lo cual sus seres queridos ignoran su paradero”, escribió Amnistía Internacional en X, la red social llamada anteriormente Twitter.
La agrupación le pidió a Pakistán cesar inmediatamente las deportaciones y evitar que la crisis empeore.