Por Víctor Barrera



La incorporación de Carlos Urzúa al equipo de Xóchitl Gálvez, debe tomarse como la incorporación de alguien que durante varios años estuvo inmerso en la ideología de López Obrador y abrió los ojos cuando sintió que únicamente estaba como “florero2 en un equipo donde las decisiones eran tomadas desde Palacio nacional y nadie podría opinar los contrario.


Y eso le ha pasado a miles de personas que han visto como el inquilino de Palacio Nacional ha manejado al país, como si fuera dueño de él y los recursos públicos como su cartera personal, donde puede disponer y arrebatar recursos por ser simplemente el titular del Poder Ejecutivo.


Y así lo ha demostrado Urzúa a lo largo ce estos años, desde 2019 que dejó el de ser de Secretario de Hacienda de la 4T, y empezó a escribir columnas de opinión, donde ha criticado de manera severa las acciones del tabasqueño.


Hay que recordar que Urzúa hizo pública en una carta con las razones de su renuncia donde señalaba que en la administración de López Obrador se tomaron decisiones sin “el suficiente sustento”.


Criticando el cobijo y poder que López Obrador otorgo al empresario Alfonso Romo al manifestar que le resultó inaceptable la “imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la hacienda pública” y que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidado los efectos que puede tener y “libre de todo extremismo, sea de derecha o de izquierda”.


Recientemente también manifestó la incongruencia del actuar de López Obrador al condenar la existencia de 13 fideicomisos del Poder Judicial, y defender la creación de otros 3 fideicomisos para las secretarías de Marina y Defensa. Urzúa recordó que, antes de ser presidente, López Obrador aprovechó las ventajas de los fideicomisos para construir el segundo piso del Periférico, cuya directora técnica fue Claudia Sheinbaum, y en 2017, Morena creo un fideicomiso privado “Por los demás”, en apoyo de los damnificados por el sismo de ese año. Y recordó que el fideicomiso del segundo piso fue cuestionado por reservas de información sobre su manejo financiero durante casi un año, y el de Morena porque, de acuerdo con el INE, parte de su patrimonio fue usado con fines electorales.


La importancia de Carlos Urzúa dentro del Edipo de Xóchitl Gálvez, también radica en que, en caso de ganar la presidencia la república hidalguense, deberá preparar aplicar una estrategia económica que permita menguar los retos de las finanzas públicas por la aprobación del déficit público de 4.9 por ciento del PIB aprobado en el Paquete Económico 2024 por parte de la mayoría en la cámara de diputados que conforman Morena, PVEM y PT.
Tendrá que tomar una decisión importante para lograr obtener los recursos para financiar los programas sociales, en especial el de adultos mayores y más aun que ha prometido bajar a 60 años la edad para ser beneficiario de este programa.


También deberá determinar como adecuar los costos de que se etiquetaran para concluir y poner en marcha el Tren Maya, el mantenimiento del AIFA y Dos Bocas.


Y también para sacar los recursos suficientes que permitan ir reestableciendo de manera adecuada los sistemas de salud y el educativo, la inversión en ciencia y tecnología y el crecimiento del sector energético y otros servicios para ofrecer a las empresas que vengan a establecerse al país, aprovechando la cercanía con Estados Unidos.


Y como la ha señalado en varias ocasiones la misma Xóchitl que en caso de ganar la presidencia establecerá un nuevo enfoque en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), para atraer inversiones.

Pero para ello se requiere certidumbre jurídica y de gobernanza que capte la confianza entre los empresarios y quizás por ello esta apoyándose en su equipo en el que, además de Urzúa, está también José Ángel Gurría; Ildefonso Guajardo, Josefina Vázquez Mota, y Enrique de la Madrid. Todos ellos con experiencia y es secretarios de gabinete.