Por Víctor Barrera
Uno de los principios que, supuestamente, tiene este régimen de la llamada Cuarta Transformación (4T), es no mentir, sin embargo todos los días quienes están dentro de este grupo político lo hacen.
Mentir es engañar a la gente o solo ofrecer medias verdades o medias mentiras. Con el objetivo de ir aplanando el camino para establecer su concepto de Transformación que esta encaminado a
Centralizar todo el poder en una sola persona, es decir, regresar a los tiempos del partido hegemónico y autoritario que vivimos durante gran parte del siglo pasado.
Con ello se busca también estar por encima de los derechos establecidos en la ley que permite a los ciudadanos poder establecer limites al estado y evitar que alguno de sus tres poderes este por encima de todos.
Porque al peder los ciudadanos sus derechos consagrados en la Constitución Política de México, el poder ejecutivo y su clase política amplían su margen de maniobra y con ello pueden realizar lo que les venga en gana, alisarse y construir complicidades a su gusto para debilitar el estado de derecho, y esto queda explicado en la frase “No me vengan con que la Ley es la Ley”.
Los mexicanos hemos luchado durante años para establecer un estado de derecho que permita reglas claras, inviolables y con ello crear un estado de armonía, donde se respetan y obedecen las leyes, además de establecer organismos ciudadanos autónomos que limitan a los poderes de la unión, con el objetivo de que estos simplemente cumplan con sus funciones fundamentales, sin pasar más allá.
Pero ahora cuando se busca que poder Ejecutivo, sea quien establezca nuevas leyes para acomodarse con facilidad, la clase política es más fuerte originando irregularidades que al paso del tiempo se convierten en lastres difíciles de erradicar.
Y lamentablemente lo estamos observando, cuando vemos que los grupos criminales poco a poco están dominado territorio nacional, para establecer sus reglas y poderío no solo económico sino social y de justicia.
Esto explicaría porque en este régimen se actúa mas con el sentido de adecuar las leyes a favor de un solo poder y desacatando las reglas y leyes que hasta ahorra habían prevalecido.
Pero todo esto también ha creando complicidades que hace que los adversarios políticos también caigan en los mismos errores de violentar las leyes, por lo que nadie tendrá el valor moral para seglar la ilegalidad del proceder del grupo de enfrente.
Pero aquellos que no se ciñen al dictado cómplice al que invita el presidente, como el poder judicial, el INE, el INAI y alguno que otro gobernador o legislador sucumben ante la descalificación y la enorme cantidad de adjetivos para que la población pueda mofarse de ellos estigmatizándolos.
México va por ese camino y la única forma de evitar ir mas rápido es evitar continuar en ese rumbo, salir a las calles a manifestar el descontento y participar en los comicios valorando el voto como la única arma legitima para decir no el crecimiento de complicidades de los deseos de poder de los políticos.
No es malo cambiar el rumbo y pedir que quien asuma el cargo más importante dentro del país se ciña a las leyes, respetando y haciendo respetar las leyes que de nuestra Constitución emanen.