El gobierno del Condado de San Diego, en California, Estados Unidos, emitió una declaración de “crisis humanitaria” en respuesta a la liberación de más de 7 mil 800 solicitantes de asilo por parte de las autoridades fronterizas, sin brindarles asistencia alguna.
La Patrulla Fronteriza trasladó grupos de migrantes desde la frontera hacia ciudades como San Diego, Oceanside y El Cajón, así como a una estación del sistema de transporte Trolley.
La Junta de Supervisores del condado aprobó por unanimidad la declaración de emergencia e instó al Gobierno Federal a asumir la responsabilidad de atender a estos solicitantes de asilo.
Aunque algunos migrantes encontraron patrocinadores dispuestos a alojarlos y cubrir sus gastos mientras tramitan el asilo, muchas familias permanecen sin refugio en las calles.
La situación se enmarca en una creciente ola migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos, que ha afectado a ciudades de California, Texas y Arizona.