El proyecto de presupuesto del gobierno mexicano para el próximo año incluye una asignación de capital a Petróleos Mexicanos para pagar deudas vencidas que han superado los 11 mil millones de dólares, según personas con conocimiento del asunto.
La inclusión de la deuda vencida de Pemex en el presupuesto es un intento de aliviar las preocupaciones del mercado sobre la gestión de las finanzas de la petrolera, dijo una de las personas. El Ministerio de Finanzas presentará el proyecto de presupuesto el viernes.
Pemex tiene unos 11 mil 200 millones en amortizaciones de deuda para 2024, según una presentación de la empresa a finales de junio.
En una señal de la preocupación de los inversores por la deuda, el diferencial que Pemex ha pagado por sus notas a 10 años sobre la deuda comparable en dólares emitida por México se ha disparado a más de 5 puntos porcentuales este año desde alrededor de 1.2 puntos porcentuales antes de 2019, según datos recopilados por Bloomberg.
Representantes de Pemex y la Secretaría de Hacienda no respondieron a una solicitud de comentarios realizada por Bloomberg.
La asignación de capital es la última medida para rescatar a la perforadora estatal fuertemente endeudada, cuyas finanzas han empeorado en medio de una disminución significativa a largo plazo en la producción de crudo y la mala gestión de sus refinerías.
En julio, la Secretaría de Hacienda dio a Pemex una inyección de capital de alrededor de 4 mil millones de dólares y aplazó los pagos del impuesto de participación en las utilidades (DUC), que se ha reducido al 40 por ciento en los últimos años.
La deuda de Pemex es la más alta de cualquier compañía petrolera importante, alcanzando los 110 mil 500 millones de dólares a finales de junio.
Pemex resalta entre las petroleras de América Latina; sin embargo se debe a la preocupación que genera en términos de vencimientos y liquidez, manifestó Fitch Ratings, que tiene a la empresa con la nota ‘B+’, con perspectiva negativa.
La calificadora señaló que la petrolera enfrenta una deuda de corto plazo de 25 mil millones de dólares y vencimientos de bonos corporativos en 2023 que ascienden a 4 mil millones de dólares. Por ello, consideró que la firma plantea la mayor preocupación sobre sus pares en la región.
“Si bien existe un muro de vencimientos en 2026, excluyendo a Pemex, Fitch considera que los calendarios de vencimientos de deuda para la mayoría de los emisores son moderados, con facilidades de capital de trabajo a corto plazo manejables que se espera sean fácilmente refinanciadas por los mercados locales”, argumentó en un análisis.
Recientemente, la calificadora precisó que si el Gobierno sube de forma considerable su apoyo a la empresa, al grado de provocar mayores déficits y un aumento sostenido de la relación deuda pública sobre el PIB, se tendría un efecto crediticio negativo sobre el soberano.