Por Víctor Barrera
Dante Delgado tiene todo el derecho de señalar que Movimiento Ciudadano, no ira en alianza con el Frente Amplio por México, porque nuestro país tardo varios años para sacar al PRIAN del poder y no será él y su partido artífices de que estos regresen.
Y quizás tenga razón porque durante 70 años que el PRI mantuvo el poder, la corrupción encontró un nicho importante para desarrollarse, pero también el PRI, llevo a México a un desarrollo mediano que satisfacía en algunos años las necesidades básicas y un poco más de la población. El PAN, poco realizó durante sus dos periodos en la presidencia de la república, pero económicamente la población mantenía una estabilidad.
Ya con la entrada de Morena a la presidencia, los resultados han sido más negativos que positivos, y aun cuando se pretende maquillar los datos, como cualquier administración federal, estos salen a la luz y son contradictorios a la “datos” que otorga el gobierno.
Se habla de una disminución de la pobreza, cuando en realidad la gente en pobreza extrema se incremento en cerca de 7 millones de personas más en el país.
Se magnifica que el desempleo ha alcanzado niveles bajos en México, pero no se apunta que esto se debe a que la mayoría de las personas quienes han perdido su empleo ahora están dentro de la llamada informalidad, porque para obtener ingresos tuvieron que crear un modo de hacerlo y esto fue a través de establecer un puesto informal o emplearse con quien ya lo tenia.
Por supuesto que estas personas no tienen la posibilidad de acceder a obtener seguridad social, porque no aportan recursos para ello, y si lo hacen en un seguro facultativo, este en la mayoría de las veces es limitado a unas cuantas consultas medicas e intervenciones quirúrgicas de un grado menor.
Se habla de la estabilidad en las finanzas publicas, lo cual es un logro, lo malo de ello es que ante las políticas de austeridad y ahorro del llamado proyecto de la 4T, el costo de ello significa un descalabro en los sistemas de salud y educación.
Se manifiesta “que no son iguales”, sin embargo la corrupción sigue enquistada en los diferentes órdenes de gobierno y la opacidad esta latente, ante los argumentos que muchas de las obras creadas tiene carácter de “seguridad nacional”.
Se prometió que las fuerzas armadas regresarían a sus cuarteles, pero ahora se les otorgan facultades administrativas, desviando los objetivos por los cuales se crean estas fuerzas.
Se anunció la política de “abrazos y no balazos” y ahora los grupos criminales ocupan más de una tercera parte del país y cada día se presentan enfrentamientos entre estos grupos para conquistar mayores espacios.
Es decir, la famosa revolución que se prometió en esta administración se convirtió en rebelión para destruir los institutos y organismos autónomos que limitan el poder al Ejecutivo, y que ahora se pretende aplicar para menguar el poder a otro como es el Judicial, tratando de asfixiarlo con recortes presupuestales que significara no solo mayor lentitud en sus operaciones sino el que se pueda seguir allegando la justicia a todos los mexicanos.
Es cierto que al igual que Dante Delgado, todos los mexicanos están en su derecho de adherirse, militar y votar por quien sea de su agrado, pero también todos tenemos la responsabilidad de analizar nuestras decisiones para evitar dañar a terceros.
En el caso de Dante Delgado, solo muestra que su objetivo principal es obtener una mayor cantidad de recursos a través de posicionar a su partido político, y recibir mayores prerrogativas.
Por ello sigue en espera de que alguna de los bloques políticos con mayor posibilidad de alcanzar la presidencia le ofrezcan tratos adecuados a la ambición que presenta Dante Delgado, sin importar cual sea el futuro del país.