Por Víctor Barrera
La oposición empieza levantar la cabeza y ayer se inició el proceso de inscripción de aspirantes a la candidatura presidencial del Frente Amplio por México.
De los inscritos ayer, tanto Xóchilt Gálvez Ruiz, como Santiago Creel Miranda, llevan una ventaja importante con relación a los otros aspirantes.
Gálvez Ruiz porque ha desatado las críticas de Andrés Manuel López Obrador sobre su persona y la ha señalado como la candidata de la oligarquía, de la elite y de los conservadores, críticas que ha incrementado su popularidad entre la ciudadanía, pero no significa que pudiera alcanzar el número de votos para ganar una contienda presidencial.
Es por ello que el de Macuspana la ha elegido, y de hecho la destapo como la candidata de la oposición, porque siente que es muy fácil de derrotarla antes de que empiece, oficialmente, la carrera presidencial. Esto a través de ir sacando algunos “detalles no muy claros” en su desempeño y carrera política, sea como funcionaria publica o representante popular.
López Obrador entiende que una contienda entre iguales puede superarse de alguna manera, pero cuando esta de entrada no es equitativa, el peso del más fuerte siempre termina oprimiendo al débil.
Porque quien detenta el poder hará uso de todas las herramientas a su alcance para ir minando la figura del oponente, esto aun cuando signifique utilizar de manera ilegal recursos públicos como lo es el Sistema Público de Radiodifusión del Estado de México, cuyo presidente. Jenaro Villamil ha ocupado cada segundo y minuto para convertir a este sistema en un aparato de propaganda del gobierno, cuando su función es muy distinta.
Respecto a Santiago Creel, López Obrador conoce que este político difícilmente tiene empatía en el grueso de la ciudadanía, porque precisamente es el prototipo de “los adversarios” del tabasqueño, los fifí, los neoliberales y conservadores. Así ha quedado demostrado en las ocasiones que Creel Miranda a aspirado a un puesto de elección popular, desde la jefatura de gobierno de la CDMX, hasta la candidatura, en dos ocasiones, presidencial del PAN que ha perdido porque ni siquiera al interior del PAN puede obtener mayorías significativas.
Lo lamentable de Creel Miranda es que se ha rodeado de un equipo de estrategia política que poco entiende de la política mexicana y no le origina una estrategia electoral adecuada.
Sobre los otros aspirantes José Ángel Gurría, ya también se bajó de la contienda interna del Frente Amplio, conociendo que su capacidad de convocatoria es limitada, y ahora será el principal personaje para elaborar el programa de trabajo que el candidato del frente, presentará para su campaña política.
Enrique de la Madrid Cordero, otro aspirante y que este mismo día quedara inscrito, puede ser la gran sorpresa, lo lamentable es que podría cargar con la sombra del sexenio donde su señor padre estuvo como titular del Ejecutivo, un sexenio que también es para el olvido de los mexicanos, sin duda esa sombra será el pesado lastre que deberá enfrenar y solventar de la Madrid Cordero. Aunque a su favor se encuentra el buen desempeño realizado en su paso como funcionario público.
Beatriz Paredes Rangel, otra aspirante, que cuenta con una larga carrera dentro de la política mexicana, característica que podría ser una herramienta en su contra.
Todo indica que el Frente Amplio por México, deberá a acelerar su programa de trabajo para su campaña política para luego elegir a su candidata o candidato, que puede librar la andanada de ataques que López Obrador y sus empleados utilizaran, aun cuando malversen los recursos públicos, algo calificado como delito en nuestras leyes.