Por Víctor Barrera
Ya se pagaron los microbuses y autobuses que trasladaran a la gente de diferentes partes del centro del país para llenar el zócalo capitalino con el objetivo de “celebrar” el quinto año de haber ganado los comicios electorales el inquilino de Palacio Nacional.
La orden que recibieron los gobernadores, y que transmitieron a sus alcaldes, es aportar al menos 10 autobuses o microbuses llenos de gente para el evento donde más allá del quinto año se venerará, una vez más, a una persona.
Si se tratará de celebrar los resultados que ha ofrecido esta administración federal, sería totalmente nula la lista de ellos, porque los altos niveles de inseguridad, corrupción, de informalidad y pobreza siguen estando presentes en el país.
Es cierto que las cifras más recientes muestran un crecimiento económico del país en 3.3 por ciento, pero este crecimiento se basa más en la cercanía que tenemos con Estados Unidos y no porque existan las condiciones propicias para que las inversiones de largo plazo puedan asentarse en México.
Podría decirse que la estabilidad de las finanzas públicas es factor importante, pero sería mucho mejor que esta estabilidad estuviera acompañada de mayor inversión pública para fortalecer a los sectores agropecuario e industrial.
El primario, el agropecuario, ha sufrido en estos cinco años de recortes importantes en su presupuesto lo que a derivado en una mayor importación de alimentos, a esto sumamos que lo poco que se produce no tiene un precio de garantía para que el agricultor decida seguir invirtiendo en su tierra y producir alimentos.
La autosuficiencia alimentaria, prometida por este gobierno, quedará pendiente, si a esto sumamos que Segalmex, el organismo creado para poder garantizar precios justos a los productores y al consumidor presenta uno de los fraudes más importantes, con un poco más de 14 mil millones de pesos, de esta administración federal.
Lo que si se conoce es que su primer director, Ignacio Ovalle Fernández, también lo fue en un buen tiempo de la ahora extinta Consensuo, antecesora de Segalmex, la cual desapareció porque se convirtió en un organismo plagado de corrupción. Usted saque sus conclusiones.
En materia de empleos estos están en los niveles que se presentaban antes de la pandemia, la diferencia es que los empleos creados ofrecen salarios deprimidos que poco llaman la atención de las personas, quienes prefieren trabajaren el comercio informal, donde obtendrán mayores recursos y no tendrán que reportar impuestos a Hacienda.
Esto hace que la recaudación de impuestos vaya cayendo, factor que se convierte en un elemento de presión para los próximos años, donde esta falta de recursos se reflejara en mayores recortes presupuestales.
Si esto hay que celebrar, entonces México es un país al revés donde se festeja la pobreza la pauperización de los salarios, la inseguridad, la corrupción y la ineptitud.