Por Víctor Barrera
El miedo a perder el poder esta mostrando al verdadero Andrés Manuel López Obrador, que es capaz de todo con tal de mantenerse con este. Al grado de empezar a rebasar los limites de la legalidad, que ya nos había dado señales de ello cuando exclamó “no me vengan con que la ley es la ley”.
El tabasqueño pretende instalar un régimen que perdure por varias décadas como lo hiciera el PRI durante todo el siglo pasado. Sin embargo este régimen no ha mostrado nada favorable para el desarrollo económico, democrático y social del país, sino todo lo contrario.
Ahora este afán de permanecer en el poder, a través de esbirros que pueda manejar a su antojo lo ha llevado a violar flagrantemente las leyes que le impiden hacer proselitismo y condicionar los programas sociales a votar por su partido.
Sin embargo se ha topado con un poder que ha demostrado su autonomía y valentía ante los embates que hace el inquilino de Palacio Nacional, para tratar de conquistarlo y con ello tener sometido al poder Judicial como lo ha hecho con el poder Legislativo.
Ahora que, piensa que cuenta de su lado al instituto que organiza, supervisa y califica las elecciones, el INE, se ha dedicado a insultar y colocar al poder Judicial como el malvado de la película, el malvado que impide que su proyecto de la 4T permanezca en el poder.
Y hasta el momento esto le ha resultado, porque no ha existido ninguna recomendación o amonestación de parte del instituto que ahora preside Guadalupe Taddei.
El de Macuspana ha decidido atacar con todo en contra del poder Judicial y esto incluye el uso del poder Legislativo, que con el objetivo de mantenerse como legisladores u ocupar otro puesto publico o de elección popular hacen y aprueban sin modificar absolutamente nada las ordenes que “su jefe” les dicta.
Escuchamos y leemos que los coordinadores de morena en ambas cámaras del poder Legislativo, han empezado a mostrarse mas oficiosos que representantes populares, para arremeter también contra el poder Judicial y proponen modificaciones legales a su estructura o de plano un juicio en contra de los magistrados, que asumen son “traidores a la patria”.
El senador Ricardo Monreal saca a la luz, los “40 privilegios” que los magistrados obtienen por estar en la Suprema Corte, como si en el Senado o la Cámara de Diputados no existieran también privilegios.
Pero el punto principal es que el poder Ejecutivo y la mayoría del poder Legislativo empiezan a cruzar esa delgada línea entre la impudencia y la ilegalidad, algo que posiblemente originen ciertas acciones que aumenten la división social, que ha creado el mismo López Obrador al poner solo dos alternativas, si estas con el eres pueblo bueno, si piensas diferente, eres fifí y una serie de descalificaciones más hasta llegar a ser traidor a la patria.
Esta brecha creada, podría desatar algún conflicto social, donde nadie sale ganado y si se destruye un país que se ha construido por varios siglos para mantener una paz social.
El destruir o conquistar al poder Judicial, le permitiría a este régimen totalmente autoritario, donde habrá un grupo pequeño de privilegiados y una mayoría en la pobreza y sometido a las decisiones de los pocos.
Pasar de un país democrático a uno autoritario entonces dejara consecuencias negativas para el desarrolla, económico, político y social del país, impactando de manera fuerte a la calidad de vida de los mexicanos, porque se perderían esos derechos que han costado años obtenerlos
Sin duda la intención de “descuartizar” al INE, creo una conciencia de los cuidadnos de evitar un retroceso del país, por ello también deberemos impedir la embestida que este régimen hace la poder Judicial, o de lo contrario todo el poder se centrara en una persona, que podría mostrarnos la verdadera cara de la venganza y la tiranía. Por ello debemos cuidar a la Corte, porque en ella va buena parte de la estabilidad futura de este país.