Por Víctor Barrera
Los datos más recientes de la situación económica del país deberá ser un foco amarillo que deberán atender las autoridades hacendarías, si en verdad quieren evitar al final de este sexenio se presente una crisis económica, como lo ha declarado el inquilino de Palacio Nacional.
El balance trimestral de las finanzas publicas muestra que se ha presentado, durante el primer trimestre del año, una caída de 5.5 por ciento en los ingresos tributarios, y tan solo en el mes de marzo esta caída se coloco en 18.9 por ciento, comparada de manera anual.
Entonces las autoridades hacendarías deberían estar preocupadas en obtener mayor pago de impuestos, pero también la forma de que este pago sea con un aumento en el padrón contribuyentes, para hacer frente a los pagos de deuda y el gasto publico.
Sobre el pago de deuda, este esta aderezada con un mayor costo financiero derivado por el alza de las tasa de interés. De tal forma que en el primer trimestre de este año se pagaron 46.3 por ciento más recursos que en el mismo periodo del año pasado, Esto por su puesto es una combinación mala.
Porque la presión sobre las finanzas empezará a acentuarse de no encontrar una solución rápida. Es cierto que durante varios años, la salida de ello fue presionar a las grandes empresas al pago de impuesto, algo que fue excelente, pero ya con el cumplimiento y el ponerse al corriente estas empresas, la tela de donde obtener mayores recursos se hace pequeña y las únicas fuentes financieras seguirán siendo el IVA y el ISR, pero estos también presentaron una caída del 16. 2 por ciento. El IVA presento una caída de 18.5 por ciento, derivado a que el consumo empezó a caer y el ISR de 19.4 por ciento, ante el. Incremento del comercio informal que no paga este impuesto.
Entonces ante una baja de ingresos y un incremento en el pago de la deuda, esta mala combinación sigue adelante.
Es cierto que este gobierno federal ha hecho hasta lo imposible para mantener una finazas públicas sanas, pero la corrupción que cada vez crece y la necesidad de incrementar el padrón de beneficiarios de programas sociales, en este año y el próximo, para alcanzar triunfos electorales mantiene la presión en una presión que podría un endeudamiento mayor.
Por lo tanto para mantener una estabilidad financiera la única vía será ajustarse en el gasto, algo que por supuesto no se prevé se aplique en la finalización de los proyectos de esta administración.
El recorte presupuestal será en los órganos autónomos, que podrían llegar a su desaparición, porque no son de interés de la 4T. Esto aumentará la opacidad y la rendición de cuentas y como consecuencia la impunidad de servidores públicos que se servirán con la cuchara grande, como lo han hecho hasta ahora como es el caso de Segalmex, donde el costo es del doble de la llamada “Estafa Maestra” del sexenio anterior