El Banco de México (Banxico) hace un ajuste referente al nivel de inflación que se espera cierre este año.
La institución considera que este índice se ubicará en cerrará en 7.5 por ciento en el primer trimestre de este año, cuando su pronostico anterior era de 1.7 por ciento.
El Banco Central también hizo modificaciones para el segundo trimestre (la previsión pasa de 6.4 a 6.3 por ciento) y para el cuarto y último trimestre del año, para cuando espera que la inflación cierre en 4.8 por ciento (el cálculo previo era 4.9 por ciento).
El Banxico dejó sin modificaciones sus pronósticos de inflación para 2024, y sigue considerando que el índice llegará a su objetivo de 3 por ciento en los últimos tres meses de ese año.
Sin embargo, el subgobernador de la Institución, Jonathan Heat, señaló que “el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza”.
La inflación dio una nueva sorpresa en la primera quincena de marzo, al ubicarse en 7.12 por ciento anual, menos de lo esperado por especialistas.
Con este descenso, la inflación ligó cuatro quincenas a la baja, pero todavía está lejos del nivel buscado por el Banxico, cuyo único mandato es “mantener una inflación baja y estable”.
El Banxico consideró que la inflación puede ‘desafiar’ sus pronósticos para este y el siguiente año por los siguientes factores:
Una persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados
Depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional
Mayores presiones de costos
Presiones en los precios de energéticos o agropecuarios
Por el contrario, el Banco de México consideró que la inflación puede recibir una ‘ayudadita’ y converger hacia el rango objetivo si el plan del Gobierno contra los precios altos de la canasta básica funciona mejor de lo esperado o si baja la intensidad de conflictos políticos internacionales