Por Víctor Barrera
La gente que afanosamente se prestó a acudir a la marcha del 18 de marzo, para conmemorar el 85 aniversario de la expropiación petrolera, sabrán que en este sexenio la empresa del estado mexicanos, Petróleos Mexicanos (Pemex) se ha convertido en el lastre mas pesado no solo para el estado sino para la población entera.
Ante la falta d pericia para administrar esta empresa productiva, ha llevado al gobierno federal a aplicar miles de millones de pesos, para tratar de equilibrar sus finanzas, sin embargo esta sigue mostrando números rojos.
Pero ante la perdida de confianza crediticia de Pemex a nivel mundial, el gobierno federal también se presento como aval para pagar la deuda de la empresa, con cargo al erario público, es decir a los bolsillos de todos los mexicanos.
Es cierto que la deuda de Pemex es algo que se viene arrastrando desde hace varios años atrás, pero precisamente por ello, era necesario que se destinara como director de la empresa a alguien que supiera realmente como administrarla, que le explicará al presidente que la mejor manera de evitar mayor deuda es empezar a amortizar la deuda y no solamente patearla para años venideros.
Además que hiciera un exhaustivo análisis de la empresa para evitar seguir echando dinero a un barril sin fondo, que no ayuda en nada a las finanzas del estado y por supuesto a la nacional.
Durante estos años, las circunstancias climáticas han empezado a presionar para que se origine energía de manera mas compatible con el medio ambiente y no solamente en la quema de combustible, Sin embargo este gobierno aun sigue pensando que Pemex será la empresa salvadora del país o simplemente en verdad reconoce que aplicar recursos a esta empresa y no exigir resultados positivos puede ayudar a mantener un control de las finanzas nacionales.
Debemos recordar que en estos años de la presente administración, el precio del petróleo ha alcanzado niveles superiores a lo estimado con ello dejando una ganancia importante.
Estos recursos extra y de acuerdo a la ley deben ser repartidos entre todas las entidades federativas, y con ello tener recursos extras que les permita a los gobernadores destinar esos recursos para el beneficio de sus municipios y comunidades otorgando servicios básicos, pero muchos de estos gobernadores se han quejado que no les llegan estos recursos y por ello sus municipios siguen careciendo de algunos servicios.
Pese a todo esto, mucha gente fue concentrada en el zócalo para festejar la expropiación petrolera, aunque no tengan idea de en donde estas los recursos extra que Pemex ha recibido en tiempos de precios altos del petróleo.