Grupos empresariales que representan a productores de petróleo, electricidad renovable y fabricantes estadounidenses instaron a la administración de Joe Biden a utilizar “todas las herramientas disponibles” para presionar a México a abordar las quejas sobre su política energética nacionalista que, según Estados Unidos, viola el T-MEC.
México no se ha involucrado constructivamente en las consultas que comenzaron en agosto, ni ha tomado medidas significativas para abordar los problemas planteados por EU, escribieron el Instituto Americano del Petróleo, la Asociación Estadounidense de Energía Limpia y la Asociación Nacional de Fabricantes en una carta a la representante comercial de EU, Katherine. Tai.
Si EU decidiera escalar el conflicto, el siguiente paso en el marco del T-MEC sería convocar a un panel de resolución de disputas como el del año pasado sobre automóviles. Las dos partes acordaron en octubre extender estas consultas más allá de un período obligatorio inicial de 75 días.
“Tal parece que la administración del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador no cambiará el curso de la política energética de su país sin una presión continua, directa y contundente del Gobierno de Estados Unidos”, escribieron los grupos.
La IP de EU acusa que la política de López Obrador privilegia a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de electricidad. EU considera que eso viola el T-MEC, que entró en vigor en 2020 para reemplazar al TLCAN de dos décadas de antigüedad. Canadá presentó una solicitud similar para conversaciones sobre la política eléctrica de México.
La política energética de México agrega costos para los fabricantes que dependen de los contratos existentes con los proveedores de energía y les dificulta cumplir con los objetivos de sostenibilidad a largo plazo, al tiempo que ralentiza el despliegue de energía renovable en México, señalaron los grupos.
López Obrador niega que sus políticas violen el pacto y dice que Estados Unidos debe respetar la soberanía de México.
Tai declaró en una entrevista la semana pasada que su oficina está trabajando con México para abordar las preocupaciones de Estados Unidos. En octubre pasado, advirtió que no descartaba solicitar la formación de un panel para resolver el conflicto, y que Estados Unidos solo permanecerá en conversaciones “mientras esas consultas sean significativas”.
Tai subrayó que la disputa pone en riesgo más de 10 mil millones de dólares en inversiones estadounidenses basadas en el trato arbitrario de las empresas, especialmente en energías renovables.