Un nuevo terremoto de magnitud 6.4 ha sacudido este lunes la provincia de Hatay, Turquía, una de las más afectadas por los sismos del pasado día 6 de febrero que han dejado al menos 45 mil muertos.
El temblor, con epicentro al sur de la ciudad de Antioquía, tuvo lugar a las 17:04 (hora local), según datos del observatorio de Kandilli en Estambul, y se sintió también en los países vecinos.
Hasta el momento no se dispone aún de datos sobre posibles nuevos daños o víctimas.
La agencia de gestión de desastres de Turquía (AFAD) informó que unas 6 mil 40 réplicas han remecido las 11 provincias que forman la zona de desastre declarada por el gobierno en los días posteriores al terremoto inicial.
El primer sismo tuvo una magnitud de 7.8 y, nueve horas después, hubo otro de 7.5.
Orhan Tatar, gerente general de la AFAD, dijo que 40 réplicas fueron de una magnitud de entre 5 a 6 y una de 6.6.
“Es extremadamente importante mantenerse alejado de los edificios dañados y no entrar en ellos”, dijo en una rueda de prensa televisada en Ankara.
También advirtió sobre “desastres secundarios” como deslizamientos de tierra y desprendimientos de rocas.
La AFAD elevó el número de muertes confirmadas por el terremoto en Turquía a 41 mil 156.
Eso aumenta el número total de muertos tanto en Turquía como en Siria a 44 mil 844.
Las operaciones de búsqueda y rescate de sobrevivientes han sido canceladas en la mayor parte de la zona del terremoto, pero el jefe de AFAD, Yunus Sezer, dijo a los periodistas que los equipos de búsqueda seguían adelante con sus esfuerzos en más de una docena de edificios derrumbados, la mayoría de ellos en la provincia más afectada de Hatay.
No había señales de que alguien estuviera vivo bajo los escombros desde que tres miembros de una familia, una madre, un padre y un niño de 12 años, fueron extraídos de un edificio derrumbado en Hatay el sábado. El niño murió más tarde.
El ministro de Obras Públicas y Vivienda de Siria, Suhail Abdul Latif, dice que el gobierno sirio asegurará 350 unidades de vivienda para las personas desplazadas por el terremoto e hizo un llamado a los “países amigos” para que envíen más.
“Aseguraremos a las personas afectadas dentro de nuestras capacidades, pero después de un tiempo, no es posible continuar colocando a las familias en refugios para preservar su salud”, dijo.
La vivienda ha sido una necesidad apremiante en todas las áreas afectadas por el terremoto, con muchas familias durmiendo en tiendas improvisadas o hacinadas en escuelas y estadios deportivos abarrotados.