Para el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), a pesar de los cambios que contiene el nuevo decreto, al no determinarse fecha para eliminar el uso, producción e importación de maíz transgénico a México para uso forrajero e industrial en el país, prohibirlo traerá un impacto negativo en la producción de alimentos.
En un comunicado, el CNA afirmó que “el uso de maíz genéticamente modificado y el uso correcto del glifosato no causa daños a la salud” y pidió que toda política tenga bases científicas y tecnológicas.
“Como ha demostrado por décadas su consumo y los múltiples estudios científicos realizados en los Estados Unidos, Canadá, Brasil, la Unión Europea y prácticamente en todo el mundo, sin que estos (el maíz transgénico y el glifosato) representen un riesgo para la población. Su prohibición sí tendría un impacto negativo en la producción de alimentos”, dijo.
Aunque el decreto de diciembre del 2020 informó que a partir del 2024 se iba a prohibir el uso del maíz genéticamente modificado y del glifosato, el nuevo decreto “extiende el periodo de transición hasta el 31 de marzo de 2024 y señala que el Conacyt ha presentado distintas alternativas viables, las cuales como CNA desconocemos y serán bienvenidas siempre y cuando éstas estén validadas y probadas en su eficacia, adecuado acceso, costos competitivos para el productor, con base en métodos científicos y en pruebas de campo, sino carecerán de todo sustento y serán inviables”.
El CNA advirtió que los mercados estadounidense y mexicano en temas agrícolas son complementarios y están muy integradas las cadenas de suministro, por lo que pidió tomarlo en cuenta.
Añadió que dentro de los aspectos positivos del nuevo decreto, publicado el 13 de febrero pasado, es que se garantiza el abastecimiento de maíz genéticamente modificado, para el sector pecuario y agroindustrial; además de que se acota la prohibición para que se use maíz genéticamente modificado para masa y tortillas, pero quedan fuera la soya, canola y algodón; además de que se eliminó la fecha límite para prohibir el uso de maíz transgénico para consumo animal y agroindustria.