Por Víctor Barrera
México se encuentra en una situación económica difícil y lo lamentable es que, en 18 meses que le resta a la presente administración, su atención esta más en lograr el triunfo político, y no en resolver esta situación.
Estamos aun atrapados en un alto índice de inflación, la cual se ubicó en el mes de enero en 7.91 por ciento en términos anuales. Esto motivo a la Junta de Gobierno del Banco de México, elevar en 50 puntos porcentuales su tasa de interés para ubicarla en 11 por ciento, que significa que el costo del dinero, será aun más alto, provocando con ello que la economía familiar siga estando totalmente reprimida.
Es decir, los problemas que más interesan a la gente no han sido resueltos, los precios de los productos van en incremento, al igual que las tarifas de algunos servicios, eliminando de manera significativa el incremento al salario que se haya otorgado por parte de las empresas, las cuales nuevamente, están en la situación de establecer un recorte a su nómina, para evitar su quiebra, lo que arrojaría a mucha gente al desempleo y a la pobreza.
Pero, repito, ante este panorama, el gobierno federal actual pretende no mirarlo, sino al contrario evitarlo y con ello esperar que desaparezca por arte de magia.
La preocupación de este gobierno es conseguir recursos para poder seguir pagando y comprando voluntades, con el objetivo de alcanzar la continuidad y posiblemente crear un “maximato”, donde quien gobierne, no sea quien ocupe el Palacio Nacional los próximos seis años, sino quien estará en su rancho recibiendo recursos y dictando el rumbo del país.
Ya es tiempo de que este gobierno, en verdad se ponga a trabajar, y no se excuse señalado que esta situación es consecuencia de lo que sucede en el mundo, porque para eso fue elegido, para dar solución a los problemas.
Muchas veces lo he señalado, poner un remedio a estos problemas es aplicar políticas publicas que fomenten la inversión, que permita a los empresarios obtener ganancias, pero también crear empleos bien remunerados, que permitan reactivar de manera importante el mercado interno, el consumo de muchos productos y que todo esto termina generando una mayor cantidad de impuestos recaudados por el gobierno federal.
Lo que hace este gobierno, es todo lo contrario, espera que sus problemas sean resueltos cuando los problemas en el mundo así lo sean.
Esperan que la economía de Estados Unidos crezca, para que la nuestra lo haga, o simplemente espera que muchos mexicanos más salgan del país, para que envíen remesas a sus familiares, y con ello seguir rompiendo los limites, como si esto fuera algo positivo.
Este gobierno ha trabajado a través de caprichos que poco ayudan al fortalecimiento económico, porque no ofrece a los inversionistas la certidumbre de que se aplicará un verdadero estado de Derecho que implique que sus capitales estarán protegidos y se evitar+a que la criminalidad siga en aumento. Que se respetaran todos los contratos signados con el gobierno federal, bajo reglas y normas claras, Que se evitara por un capricho se eliminen esos contratos, para que las inversiones sean aplicadas y que la fortaleza del peso sea precisamente porque las inversiones siguen llegando al país, no porque se elevan las tasas de interés para evitar mayor inflación.
Este gobierno celebra un peso “fortachón”, pero que en realidad significa mayor pago por un crédito, bancario o comercial, por una hipoteca, por la compra de bienes como una casa o un automóvil y no porque nuestra economía siga en crecimiento.
Lo que ha hecho este gobierno es un incremento de la pobreza, porque ante la inacción para resolver los problemas económicos, estos impactan de manera a las familias de escasos recursos, empobrece también a la clase media y crea una mayor brecha de desigualdad social en el país.
Y con esto pretende obtener la continuidad este gobierno federal ce ocurrencias y caprichos.