En la Cámara de Diputados, el pleito entre los integrantes de la Junta de Coordinación Política y el presidente e la Mesa Directiva, Santiago Creel, cuya destitución incluso fue promovida, terminó en abrazos legislativos, no en balazos.
Lo anterior, luego de que en la ceremonia de instalación del Congreso General, el pasado 1 de febrero, el orden se alterara y se desatara la controversia por la presencia de elementos militares armados a los que no se les permitió acceder al Salón de Sesiones portando sus fusiles.
Al dar escasos detalles de la charla entre los congresistas, el diputado Ignacio Mier dio a conocer que las bancadas del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM) perdonaron al presidente del recinto y retiraron las peticiones de removerlo del cargo.
El congresista del PAN, que lució un poco cabizbajo, con el rostro ligeramente enrojecido y una sonrisa forzada, destacó que con los líderes parlamentarios se dio el “abrazo de Acatempan legislativo”.
Puntualizó que entre otros acuerdos, se estableció que la Junta y la Mesa Directiva y en particular él, trabajarán en conferencia para adecuar los protocolos a seguir en el recinto, cuando participen elementos militares.
Al terminar el breve mensaje y a petición de camarógrafos y fotógrafos, Creel Miranda, con el rostro un poco más enrojecido que al principio, y Mier Velazco, se dieron el esperado abrazo, sonrieron y posaron para las cámaras fotográficas y de televisión.
Fue hasta ese momento y cuando los representantes de la prensa no solo les pidieron darse un abrazo, sino un “beso”, que el diputado presidente sonrió genuinamente.
En redes sociales, el coordinador Mier publicó una fotografía que muestra el semblante serio y apesadumbrado que por momentos el presidente de la Cámara dejó ver.
Los legisladores se comprometieron a mantener la gobernabilidad, la unidad de la Cámara, respetar las diferencias de cada grupo parlamentario, así como no limitar el derecho de los congresistas y sus bancadas a fijar posturas.
Que prevalezca la unidad en el recinto en el marco de las diferencias naturales entre las distintas fracciones parlamentarias, por el bien de la Cámara y su estabilidad.
Se reafirmó que debe haber coordinación en la toma de decisiones entre la Junta y la Mesa Directiva, aunado a que se privilegiará la política para dirimir desencuentros parlamentarios.
El presidente de la Cámara, que se veía incómodo, calificó como afortunado el “buen entendimiento” entre los titulares de los órganos de gobierno en el Palacio Legislativo, y la decisión de poner por delante de los desencuentros, el entendimiento.
Se convino, agregó, buscar protocolos para actos parlamentarios en los que se prevea la presencia de elementos militares, donde se concilien y respeten tanto las normas del Legislativo como el marco y procedimientos castrenses.
Se hará una consulta con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), abundó, para determinar las medidas protocolarias a tomar en el futuro, en posteriores visitas de elementos militares al complejo legislativo.