Causa en Común advirtió que la información que proporciona el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en materia de incidencia delictiva está desconectada de la realidad, pues algunas de las cifras que presentan las fiscalías y procuradurías, podrían estar manipuladas.
Nancy Canjura Luna, investigadora de la organización, destacó que el SESNSP utiliza subclasificaciones en algunos delitos lo que, al parecer, acota artificialmente algunas categorías de delitos de alto impacto, situación que propició que el registro de delitos como el homicidio y feminicidio presente algunas anomalías.
“Tlaxcala, donde se reporta una disminución del 60 por ciento, con tres víctimas de feminicidio, mientras que Causa en Común detectó cinco casos que pudieran haber sido clasificados como feminicidio. También está el caso de Colima que había estado reportando en ceros sus víctimas hasta el mes de agosto que es cuando actualiza sus cifras a 16 víctimas con lo que pasa al primer lugar en tasa de feminicidio por cada 100 mil habitantes, este año lo cerró con 19 víctimas”.
Por su parte, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, afirmó que el discurso triunfalista del gobierno es peligroso, pues sustenta la militarización.
“El discurso triunfalista que nos dicen uno y otro día dentro del gobierno federal sobre la disminución en los registros de los delitos, es peligroso porque se ha vuelto el argumento que sustenta la militarización en México, pues no podemos decir que se pueda sostener que el que las fuerzas armadas estén en tareas de seguridad pública haya disminuido la violencia, más bien se ha multiplicado la violencia con las fuerzas armadas en todo el país y tenemos una cifra superior al 90 por ciento en todos los demás delitos, lo que significa que muchos delitos, los números pueden estar manipulados”.
A su vez, Daniela Osorio, investigadora de México Unido contra la Delincuencia, comentó que los registros de homicidios dolosos generados por INEGI, analizados a la luz del despliegue territorial de las fuerzas armadas, demuestran que la proporción de la violencia homicida ha disminuido paulatinamente; sin embargo, no se ha logrado un impacto significativo a partir de la militarización de la seguridad pública.
Por el contrario, refirió, después de casi “dos décadas con especial énfasis en el combate frontal a la delincuencia organizada” vía el despliegue y la entrega de instituciones de las fuerzas armadas, se observa un aumento de los homicidios cometidos con arma de fuego, así como una mayor proporción de asesinatos de mujeres.