Por Víctor Barrera
Las declaraciones que realizará Andrés Manuel López Obrador, sobre que no leyó lo ocurrido en el evento convocado por Mexicolectivo, nos muestra que el inquilino de Palacio Nacional habla simplemente porque lo tiene que hacer o para tratar de seguir siendo el punto de atención de la gente.
Mostró también que ocupa las conferencias de cada mañana, las cuales tiene un costo económico elevado algo que critico cuando el ahora ex presidente Vicente Fox ocupó una hora de cada sábado para realizar un programa que informará lo que se hacia en el gobierno federal, para descalificar y ahora hasta calumniar a quien piensa son sus enemigos o “adversarios” políticos, como lo hiciera recientemente con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Estas declaraciones fueron realmente de impacto hacia la figura de un hombre que aun le puede hacer sombra a la figura del tabasqueño en cuanto a popularidad entre la gente.
De tal forma que aprovecho esa conferencia matutina para señalar a Cárdenas Solórzano como su adversario, porque ahora estaba del lado de la oligarquía, y sentenció que esto revelaba las intenciones de sus adversarios, “con el pueblo o con la alogarqía” espeto el tabasqueño.
Mostró también con esa actitud, su figura dictatorial donde todo lo que él hace es bueno para el pueblo, lo que hacen otros va en contra del pueblo.
Pero lo más grave es que mostró que no tiene gratitud con las personas que alguna vez lo arroparon y le permitieron llegar hacia donde esta ahora.
López Obrador sigue pensando que el ser presidente del país le hace dueño de sus riquezas y de su gente, que el puede destinar el dinero del erario publico para sus caprichos, sea para construir obras sin limitar su costo, o regalar esos recursos a otras naciones, quitando esos recursos a la gente pobre del país.
No muestra que para mantener el poder no hay limites, hay que mantenerlo a costa de todo y sin miramientos.
Esto debe ocuparnos a los ciudadanos porque no podemos permitir que la tiranía se mantenga en el poder.
Esta actitud ha caido en la mayoría de los militantes de Morena, quienes para complacer a su “jefe” declaran o tiene las mismas actitudes. Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno del CDMX y aspirante a la presidencia de México, “Hay momentos de definición política y en esa definición uno decide dónde quiere estar, y en esa definición, con todo respeto al ingeniero, él toma una decisión de dónde quiere estar, y nosotros también tenemos una definición muy clara. Además, no es menor que la gran mayoría del pueblo esté con el proyecto que encabeza el Presidente”.
Declaraciones que también demuestran las intenciones de Sheinbaum, alcanzar el poder aun sobre de quien en algún tiempo fue su líder moral, y lo mostraban y señalaban como la persona más integra y el estandarte de la izquierda del país, ahora es un oligarca más.
Esto nos muestra el horizonte que tendrá México de ganar la presidencia Morena, donde las actitudes totalitarias, dictatoriales estarán sobre las necesidades de los pobladores, porque el dictador será quien decida el futuro del pueblo.
¿De quien es el error?
En el poder Legislativo, la destitución de Santiago Creel Miranda como presidente de la Mesa directiva en la cámara de Diputados y del Congreso de la Unión, por parte de Morena, esto por un error cometido.
El error de Santiago Creel fue confiar en la gente y que cada uno hiciera su labor, y esto es motivo para señalar que “ha perdido la confianza” de los legisladores de Morena y afines al proyecto llamado 4T.
Santiago Creel, confió que al pedir la participación de una banda de guerra por parte de la Sedena para hacer los honores correspondientes a nuestra bandera, en la instalación del segundo periodo del segundo año de la Legislatura 65, todo saldría bien, pero no Sedena mando una banda de guerra, con cadetes armados, cuando tuvo que mandarlos sin armas de cargo, aquí el error fue precisamente quine en la Sedena los mando armados.
El personal de seguridad no impidió la entrada al recinto de esta banda sin antes pedir el permiso correspondiente, porque ellos deben saber que nadie, absolutamente nadie puede entrar armado, salvo autorización de la las mismas autoridades en la cámara de diputados, sea la secretaria general de la cámara o el mismo presidente de la Mesa directiva, a quienes les tuvieron que notificar que los soldados llegaron armados, dos filtros indispensables.
El error de Santiago Creel fue evitar que entraran al salón de plenos y que los honores se realizaran en el vestíbulo, lo que molesto a los legisladores, que ya empezaban con sus gritos de ¡presidente, presidente! para apoyar a López Obrador y las corcholatas que estuvieran presentes.
Estos gritos siguieron en interior del salón de plenos cuando se llevaba a cabo los honores a la bandera, tiempo que tuvieron que guardar respeto los legisladores, pero no lo hicieron.
Esos errores, que nadie sabe quien debe afrontarlos, se utilizan para denostar a Santiago Creel y con ello crear cortinas de humo que distraigan la atención sobre el trabajo que realizaran los legisladores de la alianza “Juntos Hartemos Historia”.
Todo esto nos muestra que el horizonte de la democracia del país es negro y que se pretende instaurar una dictadura disfrazada de democracia, con poco respeto a la libertad de la población, para pensar distinto o expresar lo que no les gusta del régimen actual.