Víctor Barrera  

El día de hoy será se suma importancia para entender saber de que manera se llevaran a cabo las relaciones comerciales entre las tres naciones que signaron el denominado T-MEC.

Por lo tanto más allá de las interpretaciones que se puedan dar de la calidez con la cual  se llevaron a cabo, desde el domingo pasado, la llegada de los mandatarios de Estado Unidos, Joe Biden y Canadá, Justin Trudeau. 

Esta Cumbre de los Líderes de América del Norte, esta enmarcado precisamente en las divergencias que existen aun sobre la interpretación del T-MEC, porque mientras Andrés Manuel López Obrador  habla sobre la soberanía nacional, el respeto a toda América latina  y su inclusión a la zona económica del norte, LEUA y Canadá señalan el respeto a las reglas de los tratados comerciales, la inseguridad y la migración. 

La percepción americana y canadiense es que el gobierno de López Obrador realiza múltiples maniobras para incumplir acuerdos estipulados en el T-MEC, bajo su postura de independencia y  soberanía.  

Sabemos que México modifico la ley en materia eléctrica con lo que falta al compromiso adquirido en diversas materias como la  comercial, de inversión extranjera en nuestro país y sobretodo en cumplir con crear energía a través de procesos que eviten la contaminación ambiental. 

Esto mantiene a nuestro país aun con  la posibilidad ir a tribunales, y de perderlos podría pagar una gran cantidad de dinero en indemnizaciones y también ser acreedor a que muchos productos exportados de nuestro país, entren con mayores aranceles a Estados Unidos y posiblemente también a Canadá. 

Además a este problema, se debe sumar que México debe buscar la manera de ofrecer  a empresas extranjeras que ven a México como el lugar para la relocalizacion de sus industrias  y acercarse a una de las economías más importantes del mundo. 

México necesitara de grandes cantidades de inversiones para expandir sus plantas generadoras de energía eléctrica y otra gran cantidad para establecer los lugares, con todos los servicios para  hacer complejos industriales a favor de captar las inversiones de esas empresas extranjeras y nacionales. 

Sin embargo mientras que el destino económico y de inversión de México sigue apuntando hacia el norte López Obrador se empeña en hablar del sur, de la integración latinoamericana y de la inversión de Estados Unidos en la región. 

Se le olvida que para crear una verdadera integración del continente, forzosamente es necesario establecer las condiciones adecuadas con reglas claras que todas las naciones respeten y que no solamente pidan que se les ayude sin dar nada a cambio. 

El imperialismo y neoliberalismo, que tanto crítica López Obrador, ahora se convierten en las herramientas para el desarrollo y fortalecimiento  de América Latina. 

Establecer una zona económica fuerte depende de también establecer una coordinación de trabajo para combatir la inseguridad,  ordenar la migración y hacer todo lo necesario para que esta disminuya en los próximos años, pero la palabra claves es la cooperación, algo que se le olvida a López Obrador. 

En estos días López Obrador debe aprovechar esta cumbre para  potenciar un encuentro exitoso que de resultados favorables para las tres naciones. De lo contrario, será un fracaso sobrado de buenos deseos esos que no conducen a nada  y se desaparecen al paso del tiempo.