Para las naciones de América del Norte el combate al tráfico de drogas, armas y personas, y delinear estrategias para reducir los flujos migratorios es central dentro de sus relaciones trilaterales. Así, se acordó el intercambio de información sobre la fabricación de productos químicos, en particular el fentanilo; y el establecimiento de un nuevo centro para atender la migración en la ciudad de Tapachula, en la frontera sur de México.
Esta mañana, la Casa Blanca adelantó algunos de los acuerdos que alcanzarán los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Estados Unidos, Joe Biden; y el primer ministro de Canadá, Justín Trudeau, en el marco de la décima Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN).
El gobierno estadunidense difundió los acuerdos antes incluso que se celebre el encuentro trilateral entre los tres mandatarios y sus comitivas, que se realiza en estos momentos en Palacio Nacional, en la Ciudad de México.
Uno de los alcances que tendrá la cumbre es el compromiso de los tres países a fin de “coordinar acciones y estrategias para combatir el tráfico de armas y drogas, así como la trata de personas, que representan una amenaza compartida para los tres países”.
Otro punto difundido por la Casa Blanca es que se establecerá en el sur de México, en particular en Tapachula, “un nuevo centro” con un fuerte apoyo del sector privado para atender el fenómeno migratorio, que en 2022 prácticamente colapsó el sistema estadunidense pues de acuerdo con cifras oficiales se dieron 2.3 millones de arrestos de migrantes en su intento por cruzar la frontera sur de Estados Unidos, un récord histórico.
Los acuerdos en materia de seguridad incluyen, de acuerdo a lo dado a conocer por la Casa Blanca, la reanudación del diálogo sobre la Estrategia de América del Norte para Combatir la Trata de Personas a fin de mejorar la cooperación contra la trata laboral y sexual en la región.
También continuar con la “colaboración continua dentro del Diálogo de Drogas de América del Norte, bajo un marco estratégico actualizado, para abordar las amenazas de drogas ilegales y fortalecer los enfoques de salud pública para el uso de sustancias”. Esto incluye un mayor intercambio de información sobre los productos químicos utilizados en la fabricación ilícita de fentanilo y otras drogas sintéticas, reuniones entre los directores de esta instancia y una cumbre trilateral de salud pública.
Otro de los acuerdos en la materia es el incrementar el compromiso trilateral para compartir información sobre las mejores prácticas de seguridad cibernética, incluidas las capacitaciones para servidores públicos sobre las mejores prácticas; entre otros, como alcanzar una posición unificada de América del Norte “para la recopilación, el almacenamiento, el uso, el intercambio y la retención de registros de nombres de pasajeros”.
En el tema migratorio, Washington destacó los alcances de la pasada Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, que se dio en el marco de la Cumbre de las Américas, que se realizó en junio pasado en esa ciudad estadunidense y a la que el presidente López Obrador rechazó acudir debido a que no habían sido invitados los jefes de Estado de todos los países del hemisferio (no fueron convocados Cuba, Nicaragua y Venezuela).
En ese sentido, el gobierno de Estados Unidos detalló que en los tres líderes “reafirmaron su compromiso de trabajar juntos para lograr una migración segura, ordenada y humana en la región”.
Afirmó que las tres naciones continuarán en la defensa de la expansión de vías legales y otras medidas “humanitarias” para atender la migración irregular en la región, entre las que destacan: concluir e implementar el Plan de Acción trilateral de Extensión de las Asociaciones de Desarrollo “con pasos prácticos para mejorar la coordinación y abordar las causas profundas de la migración irregular”.
Se lanzará una plataforma virtual en la que se brindará a las personas en situación de movilidad “un acceso simplificado a vías legales”, con lo que se les dará información necesaria en caso que deseen migrar hacia México, Estados Unidos y Canadá de manera regular. De acuerdo a los acuerdos, esto haría que los migrantes sean “menos propensos a depender de traficantes que mienten sobre las restricciones fronterizas vigentes y ponen sus vidas en riesgo”.
Se pondrá especial atención en el intercambio de y mejores prácticas del Programa Binacional de Trabajadores Agrícolas Temporales de Canadá con naciones de América Latina, a fin de mejorar los derechos laborales de los jornaleros; entre otros puntos relacionados a este tema.
También habrá alcances en salud, particularmente tras la experiencia de la pandemia de Covid-19; en energías limpias; cambio climático y medio ambiente.