Por Víctor Barrera
El ocaso de la llamada 4T se ve más cercano y esto porque nunca se conocieron los objetivos a alcanzar por cada año y andar sin rumbo es un error enorme para una administración federal.
Cuando se inició este gobierno, las expectativas eran bastante altas, principalmente debido a la infinidad de promesas que realizo a lo largo de su campaña proselitista el tabasqueño. Creyó que tenía las soluciones inmediatas a todos los problemas del país, que era cuestión de llegar a la presidencia y a través de decretos culminar con estos problemas y poder obtener la continuidad, de su proyecto 4T, que quedo en eso, bajo un “Maximato” que lo colocaría al frente de las riendas del país por lo menos durante doce años.
El oriundo de Macuspana, entendió, desde que asumió la jefatura de gobierno del antiguo DF, ahora CDMX, que la mejor manera de obtener el voto de la gente era a través de repartir dádivas y por ello utilizó gran parte del presupuesto otorgado a la capital del país, para su mejoramiento en servicios públicos, a repartir “apoyos” a los viejitos y algunos otros grupos de los llamados “vulnerables”,
Formula que aplico en esta administración, de esta forma la gente se siente comprometida a votar por quien otorga recursos, pero a cambio de una la calidad de los servicios públicos deficientes, y así lo hemos visto, el sistema de salud deficiente, el educativo sin ningún plan para el desarrollo y crecimiento del conocimiento, poca creación de energía eléctrica, gasolina cara, porque la gente paga los subsidio a través de los impuestos.
El problema es que muchos gobiernos emanados de las filas morenístas, replican estos programas, convirtiendo a sus estados en un fracaso, así lo vemos recientemente en la CDMX, donde el problema del transporte sigue creciendo y en condiciones deplorables, porque Claudia Sheinbaum ha destinado una mayor parte de los recursos públicos y no aplicarlos al mantenimiento del transporte público como el Metro, donde la mayoría de los vagones presentan problemas, como pisos solo parchados, ventanas y puertas inservibles y una deficiente estrategia de seguridad y vigilancia para los usuarios del transporte.
Esta forma de gobernar y administrar la riqueza ha creado mayores problemas que lamentablemente terminan con la muerte de personas.
El ocaso para Morena, López Obrador, Claudia Sheinbaum se acerca y de no componer el camino, para verdaderamente cumplir con el cambio prometido, será difícil que mantengan su continuidad.
La gente tiene un límite y este cada vez es menor para aguantar la corrupción, la inseguridad y una calidad de vida cada vez peor.
No dudo que exista gente que sienta que el recibir “migajas” de 300 o 400 pesos semanales señalen que, si existe un cambio, que esta administración es diferente a las demás, pero cuando ven su realidad con mayor pobreza y pocas posibilidades de mejorar su calidad de vida, el voto es distinto.