Por Víctor Barrera
El Fondo Monetario Internacional, dio a conocer recientemente un pronóstico sobre la economía global y señalo que para este 2023, un tercio de las economías mundiales podrían tener recesión, lo que significa que no tendrán un crecimiento relevante.
Es cierto que la inflación no será tan alta como la que ocurrió en el 2022, pero no significa que dejen de incrementarse el precio de insumos y productos.
Esto traerá como consecuencia que las tasas de interés sigan en niveles altos por lo tanto el costo de créditos, hipotecas y cualquier servicio financiero seguirá siendo de igual manera.
Por supuesto que esto complicará la creación y ejecución de proyectos de inversión derivando en menor cantidad de empleos y remuneraciones aun no tan confortables.
Es por ello, que se espera que la mayoría de los gobiernos de las llamadas economía emergentes, donde se incluye México, realicen la aplicación de políticas publicas encaminadas al fortalecimiento de sus sectores productivos, con la inversión de recursos públicos y programas que fomenten la creación de empresas en beneficio de la población.
Debemos subrayar que nuestra economía, en los últimos años, esta directamente ligada a las exportaciones que se realizan hacia Estados Unidos, pese a que tenemos una gran cantidad de Alianzas, Acuerdos y Tratados comerciales, pero la cercanía con Estados Unidos ha sido el principal factor para mantener a la economía mexicana a flote.
En términos llanos, el 40 por diento de nuestra economía depende de Estados Unidos. A través de las exportaciones, de inversión directa, de remesas o turismo, y de perderse esto, porque a AMLO le disgusta el neoliberalismo o imperialismo de Estados Unidos, México podría caer nuevamente en una crisis importante.
Esto nos indica que el T-MEC seguirá siendo el activo más valioso de la economía mexicana, junto con la ubicación geográfica que tenemos y que deberá entender la presente administración federal.
México tiene por resolver algunas decisiones de política energética, y será precisamente en este mes cuando sabremos si las diferencias entre México, Estados Unidos y Canadá se pueden resolver sin llegar a sanciones, que serían muy dolorosas para la economía mexicana.
Lo que si es de importancia es que en este sector hay miles de millones de dólares de inversiones que podrán llegar a México o irse a otro lado.
Pero no solo es eso, que al interior del país las políticas publicas deberán promover la certidumbre para los inversionistas que en busca de obtener ganancias importantes de una de las economías más importantes de mundo, como la es la norteamericana, esperan aterrizar sus capitales en nuestro territorio, pro para ello debe haber, respeto y aplicación del estado de derecho, niveles bajos de criminalidad y sobre todo la infraestructura en servicios suficientes para que las empresas se establezcan en nuestro territorio.
Grandes retos para México, pero estos se resuelven con voluntad política, mirando para el bien común y no para un solo grupo político o persona.