Después de Estados Unidos, Japón, Canadá y otros países europeos, Australia anunció el domingo que exigirá test negativos de covid-19 a los pasajeros procedentes de China por el repunte de contagios en el gigante asiático.
«Esta medida es una respuesta a la ola significativa de infecciones de covid-19 en China y a la posibilidad de aparición de variantes de virus en este país», explicó el ministro australiano de Sanidad, Mark Butler.
La exigencia de una prueba PCR negativa empezará a aplicarse a partir del 5 de enero a cualquier pasajero llegado de China.
El gobierno de Canadá había anunciado antes una medida idéntica en «respuesta al aumento de covid-19 en la República Popular de China y debido a los pocos datos epidemiológicos y de secuenciación del genoma disponibles sobre estos casos».
Marruecos fue más lejos y directamente prohibió la entrada en su territorio a todos los pasajeros procedentes de China a partir del 3 de enero.
Aunque varios países europeos como Francia, Italia y España ya han restringido la llegada de viajeros de China, todos los Estados miembros de la Unión Europea deben reunirse el miércoles para discutir una respuesta común, anunció Suecia, que asume a partir de este domingo la presidencia semestral del bloque.
«A falta de información completa de China, es comprensible que los países tomen las medidas que creen que protegerán a sus poblaciones», afirmó el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Casi tres años después de la detección de los primeros casos de coronavirus en Wuhan (centro), China desmanteló a principios de diciembre su draconiana política sanitaria de «covid cero».