Por Víctor Barrera
Realmente es sorprendente como México sigue dividido y esto como consecuencia de una persona que solo ha demostrado irresponsabilidad para realizar la labor que se le concedió en el 2018 y no ha podido resolver todos esos problemas que durante más de 12 años tenía la solución perfecta, para colocar a México y los mexicanos con un crecimiento económico importante.
Ayer fue la muestra de cómo este personaje solo ha trabajado solo en su interés de pasar a la historia y no del interés común de los mexicanos.
Realizar una marcha, simplemente, por sentirse agredido ante una marcha que organizaron ciudadanos para defender un órgano electoral que ha costado mucho para los mexicanos y que ha demostrado su efectividad, al frado que hemos tenido tres tipos de regímenes en lo que va del presente siglo, algo que en ningún otro país se puede apreciar.
Reconocemos que este personaje tiene el poder de movilización, para no gastar un solo centavo de su bolsillo, sino organiza grupos que le ofrecen recursos, aun cuando estos provengan de los impuestos de los mexicanos, para satisfacer el ego de mostrarse como el ser más idolatrado en el país.
La marcha de ayer, que de acuerdo a las cifras de la jefa de gobierno de la CDMX, rebaso el millón 200 mil personas, fue la muestra clara de que no importa utilizar recursos, que podrían ser utilizados para la compra de medicamentos o cualquier otra cosa de beneficio para la población, para destinarlos a pagar los autobuses que trasladaron a la gente, desde sus lugares de origen hacia la capital de país.
Es cierto que una buena parte, por convicción y decisión propia, acudieron a esta marcha, quizás para mantener esas canonjías que han obtenido con la movilización de gente, por cada persona que reclutaron y llevaron, por lo menos se ganaron 100 o 200 pesos, por lo que solo veían a la gente como mercancía a trasladar y no seres humanos.
Dudo mucho que la mayoría de los dueños de los autobuses, o microbuses que trasladaron a la gente hayan dejado de trabajar solo para asistir a la marcha. Claro que muchos de ellos cobraron cada asiento ocupado en800 o 900 pesos, porque también cobraron la gasolina y las cuotas de peaje.
Mucha de la gente que recibe programas sociales, se sintió en la obligación de acudir a la marcha, para evitar que “se les quiten” esos recursos.
Sin duda López Obrador ha logrado persuadir a mucha gente que está trabajando para el bien de ellos, pero los resultados no se perciben en ese sentido sino al contrario, hay más pobreza, laboral, los ingresos no alcanzan y crímenes como el feminicidio, el asalto en las calles, secuestros, la extorsión de distintas formas, la impunidad y corrupción siguen en México y con mayor fortaleza.
Se festeja la marcha histórica de ayer, pero el día de hoy México sigue igual, con un alto índice de inflación, la pobreza aumenta porque no hay empleos bien remunerados y en el campo no hay recursos para que la gente trabaje su propia tierra y emigran en busca de mejores salarios.
El índice de muertes dolosas sigue en aumento, las organizaciones criminales siguen acaparando una mayor cantidad de territorio mexicano, y mucha gente ve como sus enfermos empeoran.
López Obrador se siente hoy nuevamente como el salvador de México, pero no entiende que no lo es, que la situación económica apenas está en los mismos niveles del 2018, que significan que perdimos cuatro años sin un avance significativo para México y los mexicanos.
Esta marcha nos mostró que solo fue creada por una persona para su ego y no para dar solución a los problemas del país.