Corea del Norte disparó ayer un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) que cayó cerca de aguas japonesas, en su segundo gran ensayo armamentístico este mes, que mostró su posible capacidad para lanzar ataques nucleares a cualquier punto del territorio continental de Estados Unidos, al tiempo que su líder, Kim Jong-un, advirtió que responderá con armas atómicas a las constantes amenazas contra su gobierno.
El misil, cuyo lanzamiento fue condenado por la comunidad internacional, recorrió una distancia de unos mil kilómetros a una altura máxima de 6 mil 100 kilómetros y velocidad de mach 22, indicaron las fuerzas armadas de Corea del Sur, que calificaron el lanzamiento como “una amenaza a la paz y la estabilidad en la península coreana”. El estado mayor sudcoreano dijo que había “detectado un presunto misil balístico de largo alcance alrededor de las 10:15 horas disparado desde la zona de Sunan en Pyongyang” hacia el mar de Japón.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, de visita en Tailandia, señaló que el misil habría caído en aguas de la zona de exclusión económica de su país, cerca de Hokkaido, y detalló que no hubo reportes de daños. El ministro japonés de Defensa, Yasukazu Hamada, declaró que todo indica que se trató de un ICBM disparado hacia arriba, no hacia afuera, lo que se hace para evitar que caiga en otros países.
“Basados en cálculos que consideran la trayectoria, el misil balístico esta vez pudo haber tenido un alcance de 15 mil kilómetros, dependiendo del peso de la ojiva, lo que, de ser así, podría alcanzar Estados Unidos”, afirmó Hamada.
El lanzamiento fue un “nuevo tipo de ICBM” del Hwasong-17 y “este ensayo claramente demuestra la fiabilidad del nuevo sistema de armas”, informó ayer la agencia oficialista norcoreana KCNA, y agregó que el líder Kim Jong-un supervisó personalmente el disparo junto con su esposa y su hija, en una mención muy poco habitual del gobierno.
John Kirby, vocero de seguridad nacional de la Casa Blanca, precisó que el misil, que se cree que podría tener la capacidad de cruzar el océano Pacífico, no representó una amenaza para Estados Unidos. Sin embargo, expresó su fuerte inquietud por el incremento por parte de Pyongyang de los lanzamientos de prueba de misiles de corto y largo alcances, que tienen el potencial de transportar ojivas nucleares.
El disparo se dio un día después de que Corea del Norte disparó un misil balístico de corto alcance y de que su ministro de Relaciones Exteriores, Choe Son Hui, advirtió de acciones militares “más feroces” si Estados Unidos fortalece su presencia en la región.